Francia enfrenta estas elecciones en un contexto de enorme preocupación por la incertidumbre económica, la pandemia y una inesperada guerra en Ucrania. La extrema derecha apuesta por un resultado histórico y Macron por repetir el sorpresivo triunfo del 2017.
El próximo domingo 10 de abril, el presidente francés Emmanuel Macron busca la relección presidencial en unos comicios atípicos. Al igual que sus antecesores Nicolás Sarkozy, con la crisis bancaria del 2008, y François Hollande, con los atentados terroristas del 2015, la presidencia de Macron ha estado marcada por una serie de acontecimientos de gran envergadura. El primero sin duda fueron los chalecos amarrillos, movimiento ciudadano de protesta contra el alza en el precio de los combustibles y la pérdida del poder adquisitivo; en segundo lugar, está la gestión de la pandemia; y en tercer lugar la guerra en Ucrania.
En el concierto internacional, el rol de Francia no es menor. Con 67 millones de habitantes es la séptima economía del mundo, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y es además una potencia nuclear. De igual forma, es fundador de la Unión Europea y juega un rol preponderante en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Para estas elecciones se presentan 12 candidatos, ocho hombres y cuatro mujeres. De acuerdo con los últimos sondeos del diario Le Monde, la ventaja de Macron sobre la candidata de extrema derecha Marine Le Pen se ha reducido de 16 puntos a principios de marzo, a apenas 5 puntos al momento de escribir estas líneas. De producirse una segunda vuelta entre Macron y Le Pen, las encuestas dan por favorito al primero con 54% vs 45%, aunque otros sondeos sitúan una diferencia mínima, de 51,5% para Macron y 48,5% para Le Pen. Lo cierto es que la distancia entre ambos candidatos apunta a ser menor que en los comicios del año 2017, cuando Macron se impuso con 66% vs 34%.
Otros dos candidatos a seguir, pero con pocas opciones son los siguientes, Jean-Luc Mélenchon, líder del partido de extrema izquierda Francia Insumisa y el postulante con la tercera mejor opción para llegar a la segunda vuelta. En las elecciones presidenciales del año 2017, Mélenchon propuso integrar a Francia a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), fundada por Fidel Castro y Hugo Chávez, lo que le valió una lluvia de críticas. Otro candidato con posturas todavía más radicales que Marine Le Pen es Éric Zemmour, escritor, comentarista y estrella de televisión. Fue condenado por incitar a la violencia por motivos de raza y religión. De ser electo, Zemmour implementará el "ministerio de remigración" para expulsar "ilegales" de Francia.
¿Cuáles son los factores a tomar a considerar en esta elección? El primero la abstención, los últimos sondeos vaticinan una alta abstención, incluso mayor al récord de 28% que se dio en las elecciones del año 2012. De cumplirse este pronóstico, Le Pen podría ser la gran favorecida, ya que sus votantes han mostrado mayor capacidad de movilización.
Otro elemento a considerar es saber si existe la posibilidad de una victoria de la extrema derecha. Para el politólogo francés Oriol Bartomeus, en caso materializarse el balotaje Macron-Le Pen, la mayoría del voto de la izquierda optaría por la abstención, y el pequeño porcentaje de electores de izquierda que decidan sufragar, lo harán en proporciones similares para ambos candidatos, llevando la elección a una “zona de peligro”, donde puede pasar cualquier cosa.
Un tercer ingrediente a tomar en cuenta es el cambio total y profundo del sistema de partidos. Es decir, los partidos tradicionales que controlaron la política francesa desde los años 80, los republicanos y el partido socialista, han quedado totalmente fuera de la disputa por el poder.
Finalmente, el elemento más importante en estas elecciones es la preocupación que tiene el francés promedio con la pérdida de poder adquisitivo, y en este aspecto la balanza se inclina a favor de Le Pen, ya que el actual presidente no ha podido sacudirse esa imagen de arrogancia que lo vincula con los grandes grupos económicos del país.
A manera de conclusión, Francia enfrenta estas elecciones en un contexto de enorme preocupación por la incertidumbre económica, la pandemia y una inesperada guerra en Ucrania. La extrema derecha apuesta por un resultado histórico y Macron por repetir el sorpresivo triunfo del 2017. Seguiremos con atención los resultados por las implicaciones que tiene para Europa y para el mundo entero.
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Sobre el autor:
Alonso Cárdenas
Docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya