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18 octubre, 2022

[Artículo Ideele] Sandra Pinasco: Un premio Nobel para la literatura del yo

El jueves 6 de octubre amaneció con la noticia de que el nuevo Nobel de Literatura había sido otorgado a una autora francesa de la que probablemente pocos habían escuchado. Annie Ernaux (1940-), escritora reconocida, ganadora de múltiples premios literarios en Francia y traducida a varios idiomas, es conocida por una obra volcada desde muy temprano al género autobiográfico.

Memorias como El Acontecimiento (2000) pueden servir para comprender los rasgos de toda su obra. En esta recuerda el aborto clandestino que se practicó a los 23 años, 60 años antes de su escritura. Ella explica en su libro que, mucho tiempo después, cuando caminaba por las mismas calles que caminó en sus idas y vueltas a sus primeras citas médicas o las semanas siguientes mientras ponderaba su decisión y cómo llevarla a cabo, recordaba cómo se sentía caminando esas mismas calles décadas atrás. Incluso la música que escuchaba en esa época le hacía recordar toda la experiencia. Recién 60 años después, Ernaux estaba lista para contarlo todo en su estilo directo y sin dejar nada fuera. Incluso usó su agenda y su diario íntimo de la época para establecer hechos y sumergirse en las imágenes que evoca hasta que logra alcanzar incluso las sensaciones físicas que la impregnaron en ese tiempo. Hacia el final del libro, logra interpretar su experiencia, asimilarla y ensaya una interpretación como parte de su proceso de maduración (McIlvanney 169). En esa línea, compara su aborto con la muerte de su infancia de clase obrera, simbolizada en un embarazo indeseado; fue el precio que tuvo que pagar para formar parte de la academia de clase media. De alguna manera, Ernaux trata de dar voz a las otras mujeres de clase trabajadora que tuvieron que pagar el mismo precio, especialmente cuando el aborto era ilegal y condenado moralmente, y el sexo todavía estaba impregnado de fuertes creencias católicas. De esta manera, de acuerdo con el trabajo de McIlvaney (2001), su memoria sigue las ideas de Susan Stanford Friedman (1998) sobre la escritura autobiográfica de mujeres como una forma de dar voz a una comunidad. De hecho, el anuncio del premio Nobel indica que ha sido elegida “por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las trabas colectivas de la memoria personal”[1].

Tal como en su obra, este tipo de escritura personal o del yo se encuentra ya consolidada en muchas partes del mundo, sobre todo en el anglosajón, y ha formado parte de la tradición literaria francesa desde los tiempos de las Confesiones de Rousseau (1782). De hecho, desde la década de 1990, se habla de un ‘boom’ en la escritura de memorias, término traducido del francés memoir, y adoptado por el inglés como préstamo para hacer referencia a cualquier texto autobiográfico centrado en un aspecto específico de la vida del autor o autora, en una etapa de su vida o en algún vínculo en particular. Por lo general, son textos relativamente breves, que no cargan con la intención de cubrir toda una vida, como la autobiografía clásica decimonónica. Algunos teóricos, como Julie Rak (2013), consideran que, en Estados Unidos, el boom de la memoria se ha producido porque, a través de la narración de experiencias personales, los lectores comprenden eventos mundiales históricos, sociales. Otros consideran que la escritura de vida (life writing en el original en inglés) o escritura personal “constituye un cambio de paradigma en la evolución del género novelesco” (Gil 3), pues los límites entre las experiencias vividas y la obra de ficción se vuelven difusos y pueden llegar a desaparecer. Tal como señala Eakin (1985), en toda escritura de vida se puede encontrar elementos de ficción, sea por el ordenamiento de los hechos, la censura o el uso de elementos externos a la memoria del autor o autora.

Este cambio se puede percibir también en el Perú, pero con fechas distintas. Hacia 2009, se podían encontrar algunos estudios sobre la memoria (Esparza 2006) y el testimonio, especialmente a raíz del informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (2003) y de la producción de textos canónicos de autores como Mario Vargas Llosa con su autobiografía El pez en el agua (1993), las anti-memorias de Bryce (1993, 2005) -ejemplo claro de autoficción-, y los diarios de Julio Ramón Ribeyro (1992-1995) entre algunos otros; sin embargo, la sociedad peruana aún no se escribía desde la escritura personal. Estos destacados narradores contemporáneos “siguen el impulso autobiográfico para ofrecer interpretaciones de la historia, la sociedad y la cultura peruanas de fin del milenio” (Esparza 104). No obstante, tal como se menciona en la introducción al volumen 6 de la Historia de las literaturas en el Perú (2018), este panorama cambia algunos años más tarde y, ya desde 2010, la escritura de ficción colinda con la no ficción, la memoria con la novela en una serie de producciones que se acercan a la autoficción como La distancia que nos separa (2015) de Renato Cisneros y Orgullosamente solos (2016) de José Carlos Yrygoyen o Llamada perdida (2014), libro de relatos autobiográficos de Gabriela Wiener.

Así, en los últimos diez años, la cultura del yo ha empezado a hacerse notar cada vez más en el Perú. Se estrenan más obras de teatro testimonial, como las de Mariana de Althaus (2011,2013, 2022), entre otros dramaturgos; se publican muchas columnas periodísticas con tintes personales; cada vez hay más conversatorios y talleres sobre el tema; proliferan los blogs en primera persona: nuestro ‘boom de la memoria’ recién empieza. Esto se puede deber al extenso uso de las redes sociales; a la influencia de muchos escritores a nivel mundial con textos de este tipo como Paul Auster, Vivian Gornick, Philip Roth o solo en Francia, J.M. Le Clezio, Patrick Modiano y Amelie Nothomb, que se publican cada vez más en español; o sencillamente a una necesidad natural de narrar las propias historias y valorar cada vez más la experiencia personal.

El hecho es que la escritura del yo ha llegado para quedarse y el Nobel a Annie Ernaux es una prueba de ello. Que se le haya otorgado el Nobel a una escritora que ha dedicado casi la totalidad de su obra a la escritura autobiográfica recalca el peso que se le confiere hoy a la escritura personal desde el ámbito más tradicional de la academia e indica un punto de inflexión para un fenómeno que se ha ido construyendo mundialmente y que finalmente se está consolidando también en el Perú.

Obras citadas

De Castro, Juan E, y Leticia Robles-Moreno (coord.) “Introducción. Visiones del Perú desde el ensayo, la dramaturgia y la autobiografía”. En Contrapunto ideológico y perspectivas dramatúrgicas en el Perú contemporáneo (vol.6). Historia de las literaturas en el Perú. Raquel Chang-Rodríguez y Marcel Velázquez Castro, directores generales (pp.6-14). Lima: Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2018.

Eakin, Paul John. Fictions in Autobiography: Studies in the Art of Self-Invention. Princeton University Press, 1985.

Esparza, Cecilia. “La escritura autobiográfica”. En Contrapunto ideológico y perspectivas dramatúrgicas en el Perú contemporáneo (vol.6).De Castro, Juan E, y Leticia Robles-Moreno (coord.) Historia de las literaturas en el Perú. Raquel Chang-Rodríguez y Marcel Velázquez Castro, directores generales (pp. 96-113). Lima: Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2018.

Gil, Solange. “El fenómeno de las escrituras de vida en la narrativa francesa del ‘extremo contemporáneo’” Thélème. Revista Complutense de Estudios Franceses Vol. 29, Núm. 1 (2014) 55-73.

McIlvaney, Siobhán. Annie Ernaux. The Return to Origins. Liverpool: Liverpool University Press, 2001.

Rak, Julie. Boom! Manufacturing Memoir for the Popular Market. Ontario: Wilfrid Laurier University Press, 2013.


[1] The Nobel Prize in Literature 2022. NobelPrize.org. Nobel Prize Outreach AB 2022. Sat. 8 Oct 2022. <https://www.nobelprize.org/prizes/literature/2022/summary/>

Artículo Publicado en Revista Ideele N° 306

 

Sobre el autor:

Sandra Pinasco E. 

Jefa de la Oficina de Promoción de la Investigación (UARM). Actualmente dicta el “Taller de escritura personal: yo y el otro” como parte de las actividades de Formación Continua de la UARM.

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