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13 agosto, 2024

[Artículo RPP] Alonso Cárdenas: ¿Se viene un nuevo éxodo venezolano?

La elección fraudulenta de Maduro puede propiciar un nuevo desplazamiento forzado de millones de ciudadanos venezolanos. Al ser cada vez más difícil llegar a Estados Unidos vía la selva del Darién, es bastante factible que dichos migrantes se dirijan a países vecinos como Perú.

Sucedió lo que muchos temían. El régimen de Nicolás Maduro volvió a ganar las elecciones presidenciales en Venezuela. No obstante, la manera en cómo lo hizo estuvo lejos de los “parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática” (Centro Carter, 2024). Ante esta situación, diversos analistas temen un nuevo proceso de emigración forzada que involucre a millones de ciudadanos venezolanos.

Recordemos que según data de CSIS y MPI, en el 2016 aproximadamente 700 mil personas se fueron de Venezuela para radicar en el exterior. El 2019, la cifra se elevó a 4.5 millones. Para el 2023, se calcula que 7.7 millones, casi un cuarto de la población total, han salido del país a razón de la incesante crisis económica, alimentaria, política y social que no tiene visos de terminar. ¿Un gobierno de Maduro hasta el 2030 puede generar un nuevo éxodo? La respuesta es sí.

De acuerdo con una encuesta privada de la empresa ORC Consultants, realizada en junio del presente año y citada por el New York Times, alrededor del 33% de los venezolanos considera la posibilidad de emigrar si Maduro se  mantiene en el poder. La mitad de ellos  dijeron que se marcharían en el semestre posterior a la votación del 28 de julio. Otro estudio presentado en abril, elaborado por la encuestadora Cati Meganalisis, identificó que el 39,6% de la población venezolana, el equivalente a 11 millones de personas, buscará salir del país en caso de que el chavismo gobierne hasta el 2030.

Un segundo desplazamiento masivo y forzado desde Venezuela tendría un impacto considerable en toda América. En junio el  gobierno de Joe Biden emitió una  orden ejecutiva que restringe la entrada y el asilo de indocumentados, y acelera las deportaciones en EE.UU, dificultando la llegada de migrantes venezolanos. En Panamá, el recientemente electo mandatario José Raúl Mulino, afirmó en su discurso de toma de posesión que su país,  “no será más de tránsito” de los migrantes sin papeles que tratan de llegar a Estados Unidos cruzando la selva del Darién, y ha propuesto repatriaciones masivas de migrantes irregulares.

Al ser cada vez más difícil cruzar el Darién e ingresar a EEUU, es factible que la nueva ola migratoria se dirija nuevamente a los países vecinos, vale decir, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Brasil y Argentina. Ante este escenario ¿qué hacer? Las voces de la caverna hablan de cerrar las fronteras y convertir al Perú en una especie de fortaleza inexpugnable. Ese es un discurso efectista con poco vínculo con la realidad. Como ha sucedido antes, ese tipo de iniciativas solamente fomenta la migración irregular, donde las bandas de traficantes de personas son las principales beneficiadas.

Para afrontar una nueva ola migratoria venezolana se deben tomar en cuenta los siguientes puntos: primero, al ser un fenómeno transfronterizo, debe ser abordado desde un enfoque regional. Los países involucrados deben proponer una serie de políticas que intercambien inteligencia para enfrentar al crimen organizado, cosa que hasta ahora no se ha hecho. Segundo, la perspectiva humanitaria. Las naciones de acogida deben darle prioridad a las personas vulnerables, dígase mujeres, niños y adultos mayores.

Tercero, en el caso específico de Perú, se debe poner en práctica una estrategia que descentralice la migración. Data de ACNUR indica que Lima es la ciudad con más migrantes venezolanos del mundo; es decir de cada 10 venezolanos en Perú, 9 radican en la capital. Esta situación claramente es insostenible, el Estado debe poner en práctica un plan que ubique a los migrantes donde hagan falta recursos humanos. Sobre este punto, no debe descartarse contratar empresas cazatalentos, que capten en Venezuela al recurso humano que en Perú hace falta, como médicos, ingenieros, científicos y otras profesiones para ubicarnos en regiones donde escasea personal capacitado.

A manera de conclusión, la elección fraudulenta de Maduro puede propiciar un nuevo desplazamiento forzado de millones de ciudadanos venezolanos. Al ser cada vez más difícil llegar a Estados Unidos vía la selva del Darién, es bastante factible que dichos migrantes se dirijan a países vecinos como Perú. Es impostergable que estemos listos desde un punto de vista estratégico y regional. La última vez no estuvimos preparados, no repitamos el error.

Lea la columna del autor en Rpp.pe 

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