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28 junio, 2021

[Artículo] Ricardo L. Falla: Berlin en Wuhan

  Al final de su vida, el filósofo inglés, Isaiah Berlin (1909-1997), abandonó su autoexilio de senectud para relatar un breve y aleccionador escrito, “Mi trayectoria intelectual” (1996), que fue incluido en la primera selección antológica de sus textos, traducidos al chino y editados por la Universidad de Wuhan. Berlin vio la oportunidad de ampliar el círculo de lectores de su obra, a un público que desconocía sus contribuciones en filosofía política e historia de las ideas, y que se encontraba dispuesto a enriquecerse con los aportes de la filosofía occidental del último siglo.

La apertura de la Universidad de Wuhan a la obra de Berlin resultaba paradigmática, tomando en cuenta el contexto ideológico de China hasta la muerte de Mao Zedong. Pues, el pensamiento de Berlin se caracteriza, entre otros aspectos, por ser una defensa exquisitamente meditada sobre el valor libertad personal desde una perspectiva histórica.  Tal interés por la obra de un pensador, considerado “liberal”, hubiese sido imposible en los tiempos de la “revolución cultural” maoísta; momentos totalitarios, ajenos a la libre circulación del pensamiento. 

Sin embargo, el contexto era otro a mediados de los noventa. Y las ideas que hubieran sido condenadas por la inquisición maoísta, eran divulgadas en el ámbito universitario chino sin ser consideradas “peligrosas” para aquella sociedad. Al fin y al cabo, en el ámbito de la investigación académica filosófica, humanística y científico social, es fundamental tener conocimiento de los diversos enfoques teóricos, sobre todo si se busca construir un sistema del saber capaz de comprender la complejidad de los mundos sociales.

La obra de Berlin, entre otras cosas, permite registrar la complejidad de la cultura humana en la medida que se reconoce la pluralidad de sus fines. Como dice el autor en su testimonio intelectual: “Llegué a la conclusión de que hay una pluralidad de ideales, al igual que hay una pluralidad de culturas y de temperamentos”. Según Berlin, la pluralidad de ideales, de valores, nos conduce al imperativo moral de entendernos. Porque lo otro, es imponer, desde la violencia, una sola visión de las cosas. Con todas las terribles consecuencias que ello trae y ha traído.

El Perú se encuentra en una radical crisis de entendimiento. Por causas ideológicas, sociales, étnicas, cada grupo enfrentado se ve tentado a negar nuestra pluralidad. Y asume que lo peruano se reduce a su propia pertenencia cultural o territorial. Así, sin una voluntad ético política mayor, podemos caer en el peligroso reduccionismo de creer que solo hay una forma de ser peruanos o de explicarnos nuestros procesos. Admitir la pluralidad de lo que somos, dentro de marco de entendimiento mayor, es lo que nos puede librar de mayores pesares, como bien lo señaló Berlin en su momento.

 

Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 24/06/2021

Sobre el autor:

Ricardo L. Falla Carrillo

Jefe del Departamento de Filosofía y Teología de la UARM

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