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22 enero, 2021

[Artículo RPP] Alonso Cárdenas: ¿Keiko vs. Verónika?

Tenemos 23 partidos políticos, y ante este archipiélago de candidatos con muy pocos votos se puede llegar a segunda vuelta. Analizamos el contexto que podría llevar a que nos mujeres se disputen el balotaje.

Comienza el año y considero que es el momento propicio para vislumbrar lo que puede traer este 2021 en materia política. Si bien es muy complicado construir escenarios en un país tan desestructurado, volátil y con una de las institucionalidades más débiles de América Latina, sí podemos identificar algunas variables que pueden llevarnos a una hipotética  segunda vuelta entre Keiko Fujimori y Verónika Mendoza. Es importante señalar que esa sería la segunda vez que dos mujeres disputarían un balotaje presidencial en América del Sur. Dicho antecedente sucedió el 2013 en Chile, cuando Michelle Bachelet derrotó a Evelyn Matthei Fornet.

La primera variable es el acelerado deterioro que el Perú está viviendo a nivel social, económico y sanitario.  La  data del portal especializado Worldmeters, muestra que nuestro país tiene el mayor número de muertos por millón en Latinoamérica. Por otra parte, el semanario británico The Economist nos ubica en la primera posición en exceso de muertes a nivel mundial. Otras instituciones como la Organización Internacional del Trabajo subrayan que  nuestra caída del empleo casi triplica el promedio de la región. La desesperación es de tal magnitud que estamos viendo el resurgimiento de las ollas comunes, como medida para paliar el hambre.

En escenarios límite las posturas políticas tienden a polarizarse. Esto ya se comienza a vislumbrar en la encuesta que hizo el IEP a finales de diciembre del año pasado. De acuerdo con esta fuente, la ciudadanía que se autopercibe como de izquierda pasó de 20% en noviembre del 2019 a 30% en diciembre del 2020. El mismo fenómeno lo vemos en la derecha, donde la población que simpatiza con esta vertiente se incrementó de 21% a 30% en el citado horizonte temporal. A su vez, el centro tuvo un desplome de 42% a 36%.

Otra variable es que el Perú muestra uno de los sistemas de partidos más fragmentados y atomizados de América Latina. Tenemos 23 partidos políticos, y ante este archipiélago de candidatos con muy pocos votos se puede llegar a segunda vuelta. Es relevante destacar  que en las pasadas elecciones congresales del 2020, Acción Popular se hizo del triunfo con un magro 10.26 % de los sufragios. En el caso de Keiko existe un núcleo duro fujimorista. Rememoremos que en las elecciones presidenciales del 2006, Martha Chávez sacó un nada despreciable 7.43%. En el caso de Mendoza, corre prácticamente sola en la izquierda, lo que le da una ventaja relevante.

Si bien estamos ante un proceso electoral totalmente atípico, otro factor a considerar es que muy pocos candidatos ostentan la experiencia y la llegada a los niveles socioeconómicos menos favorecidos que exhiben Mendoza y Fujimori. Keiko fue primera dama de 1994 al 2000,  la congresista más votada en las elecciones del 2006, y llegó a la segunda vuelta presidencial en los comicios del 2011 y 2016, perdiendo por estrecho margen, lo que la coloca como una candidata con amplia experiencia en política y campañas electorales.  Mendoza habla fluidamente quechua, lo que le posibilita una comunicación directa con un gran bastión electoral, que además ha sido históricamente excluido y discriminado. De igual forma, ha sido congresista de la República y quedó fuera del balotaje en el 2016 por muy pocos votos. Aparte de Mendoza y Fujimori, hay otros postulantes que cuentan con experiencia como candidatos presidenciales propiamente dichos. Estos son Ollanta Humala, Ciro Gálvez, César Acuña y Julio Guzmán.

Para concluir, es importante también mencionar algunos factores que pueden cambiar totalmente el tablero político electoral.  Un primer factor sería la caída del gobierno de Sagasti, lo que sumiría al Perú en un torbellino caótico de consecuencias imprevisibles. Otro elemento a considerar es que la segunda ola sea mucho más devastadora que la primera, lo que precarizaría aún más el nivel de vida de los peruanos. Por otra parte, la logística, distribución y gestión de las vacunas también podrían  tener un fuerte impacto en el termómetro electoral.  Finalmente, que los procesos penales que tienen abiertos muchos candidatos afecten la viabilidad misma de la candidatura, como en el caso de Keiko Fujimori por ejemplo ¿Sobre los otros candidatos? Ampliaremos en próximas columnas.

 

Lea la columna del autor todos los jueves en Rpp.pe

Sobre el autor:

Alonso Cárdenas

Docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

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