Vemos un deterioro del Congreso desde que se recuperó la democracia. Cada vez tiene menos legitimidad y menos representatividad. Es porque en el Perú no existen partidos políticos, son alianzas electoreras que se agrupan alrededor de un vientre de alquiler para una candidatura. El tema principal está en el voto preferencial, que no hace otra cosa que poner precio a las listas en el Congreso, en el que coexisten pequeñas bancadas dentro de las bancadas. Esos elementos, entre otros, han generado lo que estamos viviendo, una crisis casi terminal de los partidos políticos como tal y el deterioro del sistema democrático.
Según el Barómetro de Latinoamérica, Perú es el que más está a favor de un cierre del Congreso en América Latina. Eso es una realidad preocupante. En el Legislativo, las cosas se van agravando, pues los parlamentarios no tienen un perfil profesional ni trayectoria política, muchos son investigados por casos de corrupción y su comportamiento deja mucho que desear. Es una amalgama de factores negativos, originados principalmente por el voto preferencial.
Artículo publicado en La República el 30/08/2020
Sobre el autor:
Alonso Cárdenas
Docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya