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25 junio, 2020

[Artículo] Eduardo Vega: El virus de la corrupción y la pandemia

El coronavirus ha generado una grave crisis mundial. En el Perú tenemos más de 200,000 contagiados y 8 mil muertes hasta el 22 de junio del 2020. La pandemia ha puesto en evidencia las carencias del país, por décadas desatendidas a pesar del crecimiento económico. Los datos están allí: más de dos millones y medio de desempleados, un aumento de la pobreza de millones de familias y una incertidumbre social y económica.

También evidenció otros males igual de nocivos para la sociedad peruana: la desatención de décadas de los servicios básicos, la alta informalidad que corroe los cimientos de la sociedad peruana y la ineficiencia y corrupción que han continuado en la pandemia y que pueden tirar por la borda cualquier proyecto de cambio y de buenas intenciones.

En efecto, son dramáticas la situación de los hospitales, del personal sanitario, equipos médicos y la falta de medicinas. Necesitamos una gran inversión para mejorar los servicios de salud públicos. Es mentira que tenemos un Estado grande y que gastamos mucho. El Banco Mundial, citado por Segura (2019), señala que el Estado peruano tiene un gasto corriente en servicios básicos del 15%, muy por debajo de Chile, Colombia o México que gastan en promedio 22%. Por supuesto necesitamos que el gasto sea mucho más eficiente y libre de corrupción pues lo que también ha desnudado el coronavirus es que los corruptos no se detienen ante el dolor humano y la tragedia humanitaria. Por el contrario, aprovechan esta situación y venden mascarillas, medicinas, alimentos o balones de oxígeno a precios sobrevalorados y de dudosa calidad. La corrupción invariablemente sigue viva en medio de la desgracia, hay que enfrentarla con decisión, transparencia, eficiencia y sanciones drásticas. 

Según datos de la Procuraduría Anticorrupción se han registrado 724 casos de corrupción en medio de la pandemia investigados por la Fiscalía. De estos, 448 casos corresponden a municipios provinciales y distritales, 124 a gobiernos regionales, 93 denuncias contra la Policía Nacional y 20 contra el Ministerio de Salud, entre otros. La Contraloría General también ha emitido 5,140 informes de control frente al COVID19. Es decir, los mecanismos de prevención de la corrupción no han funcionado. Solo 5 gobiernos regionales han instalado oficinas de integridad para vigilar sus compras y evitar casos de corrupción.

Necesitamos enfrentar por igual el COVID 19 y el virus de la corrupción. De lo contario, corremos el riesgo de perder ambas batallas. Asimismo, tenemos que revalorar servicios esenciales en la sociedad como la labor del personal de salud, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, personal de limpieza, campesinos, agricultores, proveedores de alimentos y profesores. También revaloremos la participación ciudadana y la solidaridad masiva demostrada frente a la pandemia. La ciudadanía juega un rol vital frente al coronavirus y la corrupción. Fortalezcamos la labor de la sociedad y de los funcionarios honestos frente a la corrupción.

 

Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 25/06/2020

Sobre el autor:

Eduardo Vega

Director de Escuela de Derecho de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

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