22 mayo, 2020

[Artículo] Carina Moreno: La cultura y las artes en el Perú en tiempos de pandemia

    El distanciamiento social nos ha hecho aferrarnos a la tecnología para seguir en contacto. Los artistas y aquellos que trabajan en cultura también han hecho lo mismo y hoy vemos conciertos en las redes sociales, visitas virtuales a exposiciones y ferias de arte, obras de teatro creadas para y desde la virtualidad, además de talleres ofrecidos desde diversas plataformas digitales. El impulso creador pasó del estupor de los primeros días a la adecuación a una nueva forma de relacionarse y seguir. Somos un gremio resiliente que ha sobrevivido a los avatares del tiempo.

Sin embargo, la emergencia sanitaria ha mostrado otra emergencia mayor: la precariedad en la que se desarrolla el gremio artístico y cultural. Y no por decisión propia sino porque son las condiciones en que se ha desarrollado siempre y no nos hemos detenido a pensar cómo mejorarlas. Sólo un número reducido de los más de 600 mil trabajadores de la cultura y las artes cuentan con estabilidad laboral, los demás laboran como independientes siendo convocados a participar por un tiempo determinado en proyectos o, a veces, generando sus propias iniciativas.  

Pero ahora todo está paralizado y al parecer, va a estarlo por el resto del año y hay que buscar nuevas formas de subsistencia desde las propias prácticas y saberes. Esa es la razón de los talleres y cursos que se están desarrollando en las redes, así como de los conciertos y las obras de teatro a los que podremos acceder en la virtualidad luego de un pago mínimo. Son esfuerzos para sobrevivir a la emergencia y seguir produciendo.

Esta situación ha demostrado también la necesidad de una agremiación única que permita una representatividad y, al interior de la misma, el reconocimiento de las necesidades y urgencias compartidas. También en estos tiempos de pandemia hemos visto la articulación y el establecimiento de acuerdos y exigencias para sobrevivir a esta situación de crisis.

Pero también, la emergencia sanitaria ha mostrado la urgencia de políticas públicas que sostengan a este sector que, por sus particulares características, requiere de apoyos e incentivos que les permitan continuar desarrollando sus actividades y nutriendo la vida de sus conciudadanos. Además de los fondos concursables (varias iniciativas culturales han logrado financiamiento en Reto Innova COVID-19) se requieren, por ejemplo, exoneraciones tributarias para que los espacios escénicos autofinanciados puedan seguir funcionando mientras ingresamos a la “nueva normalidad”.  Existen ya varias propuestas desde el gremio cultural.

En este momento, solo el Estado está en capacidad de resolver este tipo de necesidades porque la empresa privada, que solía apoyar con auspicios y donaciones, hoy se encuentra también en crisis. Los trabajadores del arte y la cultura van a seguir buscando salir adelante porque siempre lo han hecho, pero el apoyo estatal es crucial.

Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 21/05/2020