Quiero màs
informaciòn
18 mayo, 2020

[Artículo RPP] Rossana Mendoza: Discriminación y violencia en el ámbito escolar

Explicar las causas de la violencia, es indispensable en un país de amplia diversidad cultural. Así como un niño puede asimilar y reproducir la discriminación, cuando comprende que, precisamente, esa diversidad es una oportunidad no se deja engañar ni violentar.

Algunas personas se han referido a los contenidos del programa Aprendo en Casa (5 de mayo) para estudiantes de quinto de secundaria como: barbaridades y estupideces que envenenan y generan resentimiento social. Se trataba de una clase que abordó la diversidad cultural y lingüística apoyada del documental “Los castellanos del Perú” (2004). Gracias a esos comentarios el tema se volvió tendencia en las redes y me alegro, porque se avanzó un paso más en la reflexión de lo que subyace a la discriminación en nuestro país.

Cuando era escolar nadie me habló de estos temas, pero podía darme cuenta que ser mujer no era lo mismo que ser hombre, tener dinero era distinto a no tenerlo, que procedíamos de diversos lugares del Perú o que hablábamos de diferentes maneras. Todas esas diferencias eran la fuente de agresiones verbales, apodos y burlas y era evidente que mis compañeras con apellidos quechua o de rasgos afroperuanos llevaban la peor parte. Eso no ha cambiado hasta hoy. En el 2018 la plataforma SISEVE del Ministerio de Educación registró 9512 denuncias de violencia en instituciones educativas, pero no solo sucede en Perú, la UNESCO reveló en el 2019 que 1 de cada 3 estudiantes en 144 países fue intimidado por sus compañeros en la escuela al menos una vez en el último mes y en la misma proporción fueron afectados por violencia física.

Explicar las causas de esas violencias, es indispensable en un país de amplia diversidad cultural, pero, mientras el 20 % de estudiantes de 6to. de primaria sigan pensando que los indígenas son pobres porque son menos inteligentes y el 60% de estudiantes de 4to. de secundaria crea que el gobierno escucha más a la gente con dinero (encuesta IEP, 2016), es claro que falta mucho por hacer. Aprendimos por 500 años que ser blanco es mejor que ser indígena, vivir en la ciudad es mejor que vivir en el campo, hablar castellano es mejor que hablar una lengua originaria, ser hombre es mejor que ser mujer, el que tiene plata vale más que el que no la tiene, hay quienes hablan mal y quienes hablan bien. Esas “valías” nos colocan en ciertos lugares de poder en la sociedad y desde allí miramos y actuamos. Como aquellos que insultan a los policías que los obligan a regresar a su casa en plena cuarentena, o aquellas personas que invocan sus contactos para salir de apuros con frases como “No sabes con quién te estas metiendo”.

No subestimemos a los estudiantes. Así como un niño puede asimilar y reproducir la discriminación, cuando comprende que la diversidad es una oportunidad y que, sin importar su origen, lengua o rasgos físicos, es un ser humano que merece respeto, que debe ser atendido en todos sus derechos y que es un miembro activo de la sociedad, seguirá adelante con la cabeza en alto y con suficiente juicio y criterio para no dejarse engañar ni violentar.

Lea la columna de la autora todos los viernes en RPP.pe

Sobre el autor:

Rossana Mendoza Zapata 

Docente de la Escuela de Educación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

Compartir esta noticia:

Últimas noticias

Cerrar