Quiero màs
informaciòn
8 mayo, 2020

[Artículo] Franklin Cornejo: La comunicación contra el Coronavirus

 El espacio público se convirtió de pronto en una esfera virtual, en una pantalla de celular o computadora: una telerealidad ante el aislamiento social por la pandemia del Coronavirus. Internet es la autopista tecnológica por la que todos seguiremos transitando como parte del aislamiento social ¿Necesitamos tantos medios tecnológicos para decir algo? La respuesta en esta emergencia sanitaria es un rotundo sí. Comunicar nos hace humanos y los medios que utilizamos son herramientas necesarias para transmitir sentires y afectos, para estudiar y trabajar.

Los colegios, las universidades, las empresas y las instituciones que se capacitaron y equiparon con la tecnología están generando procesos remotos, desarrollando acciones asincrónicas y motivando la interacción a través del internet. Comprender cómo construir la presencialidad online, con las computadoras y los celulares es clave.

En la teleeducación se debe motivar la autonomía del estudiante. El docente tiene que acompañar al educando, ser menos directivo, orientar los conocimientos hacia la autodisciplina, con contenidos motivadores y de fácil lectura, pero sin perder el rigor y la calidad educativa. El reto es comunicar bien a través de la pantalla. No solo transmitir, hay que interactuar.

Hoy los docentes tenemos un gran reto, pero también una gran oportunidad para desarrollar habilidades blandas y actitudes propositivas para aliviar tensiones y ansiedad. Sin duda, hay que prepararse anímica y tecnológicamente para comunicarse por la cuarta pantalla. Y es que vivimos tiempos en los que se hace evidente que nuestra labor no solo consiste en impartir conocimientos, tenemos que enseñar (motivar) la solidaridad y la empatía, por ejemplo, el reconocimiento a los cuidadores de la salud y el personal de la limpieza pública, a los que nos proveen los alimentos y a los efectivos del orden.

La otra cara de la pandemia está en los que están perdiendo el trabajo, no tienen agua en sus casas, computadoras, ni internet; tienen hijos con habilidades especiales, ancianos que no tienen el comedor del barrio para alimentarse y enfermos que no pueden ser atendidos. También, miles de ciudadanos varados en los aeropuertos y las fronteras de los países que no pueden regresar a casa, y otros muchos casos más.

Mientras el virus circule en los cuerpos de las personas contagiadas, se requiere que nos vacunemos con dosis de empatía y solidaridad para continuar nuestras vidas personales y profesionales, pero ello no es un acto solitario, es un acto comunicacional, participativo, porque de lo que se trata es de poner en común todos estos valores y hacerlos universales, colectivos. Seguir tomando conciencia de cuidarnos y cuidar a la comunidad será la consigna en este tiempo de COVID-19. Lo que hagamos en la pandemia, cualquiera sea nuestro rol impactará en los otros, es un acto de bien común por la vida y la salud pública.

 

Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 07/05/20

Sobre el autor:

Franklin Cornejo

Compartir esta noticia:

Últimas noticias

Cerrar