En el Perú, en los últimos años, se viene aplicando la forma de calificación escolar alfabética, que apunta a una evaluación más cualitativa de los estudiantes. Al respecto, Uriel Montes, docente de la Maestría en Educación con mención en diseño y gestión curricular de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, explicó en un informe de La República que esto ha significado un cambio significativo: en varias esferas, profundo y complejo. “Cambia qué se evalúa, cómo se evalúa y el uso de la información que provee la evaluación. No solo ha cambiado la forma de entender cómo se produce el aprendizaje, ha variado el aprendizaje que se valora”.
Evaluar no es solo aplicar una prueba, es el proceso de monitorear el avance del alumno, con el fin de tomar decisiones acerca de las mejores maneras de facilitar su aprendizaje. Para el especialista, la propuesta de evaluación formativa conlleva un gran desafío para los docentes, quienes ahora tienen el reto de diseñar tareas auténticas orientadas al logro de las competencias. “Ya no podemos tener más profesores en las aulas que consideran que reprobar es sinónimo de exigencia académica, cuando en realidad es una evidencia de que el proceso de enseñanza-aprendizaje ha sido deficiente.
El informe completo AQUÍ