La decisión de eliminar el concepto de género de toda política del gobierno obedece a demandas conservadoras y religiosas fundamentalistas. Un caso revelador de ello es el Decreto Supremo del 13 de mayo último, denominado nada menos que “Lineamientos para la Gestión de la Convivencia Escolar, la Prevención y la Atención de la Violencia Contra Niñas, Niños y Adolescentes”,[1] suscrito por el presidente de la República y los ministros de Educación y de la Mujer.
Se ha producido, como veremos, una positiva marcha atrás en esa decisión gubernamental y optado por priorizar las políticas públicas por la igualdad de género. En las líneas que siguen recordamos hechos importantes al respecto, con el objetivo de contribuir a sostener y profundizar lo recuperado.
En agosto del 2017 se vinculó el enfoque de género y la educación escolar en la Resolución de la Primera Sala de la Corte Superior de Lima que eliminaba del Currículo Nacional de la Educación Básica (CNEB) el párrafo que indicaba: “Si bien lo femenino y masculino se basa en una diferencia biológica sexual, estas son nociones que vamos construyendo día a día, en nuestras interacciones”.[2] Se trataba del pedido de restringir lo femenino y masculino a lo biológico, así convertidos en realidades inmutables a los cambios en la historia, la socialización y la cultura contemporáneas. El efecto buscado por el fundamentalismo religioso se cumplió: el actual gobierno fue más allá al proscribir el concepto mismo de la política pública, recordándonos que, ante la polisemia de algunos conceptos, es el poder el que define su significado. Significado clave para enfrentar mejor la superación de la cultura patriarcal y machista, de invisibilización de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales (LBGTI). El significado de la categoría género es bien planteado por la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA):[3]
[…] la discriminación y la violencia contra las mujeres constituyen violaciones a los derechos humanos, por lo tanto, no resultan admisibles las justificaciones basadas en creencias o valores religiosos o culturales. De igual forma, se explica que el género es una categoría analítica proveniente de las ciencias sociales y un instrumento metodológico para examinar y revelar las relaciones históricas de desigualdad entre hombres y mujeres y los impactos concretos en las vidas de ambos.
[1] Iguiñiz, Manuel (2018). Eliminan el concepto de género. Foro Educativo, 28 de mayo. http://foroeducativo.com/portfolio/eliminan-el-concepto-de-genero/
[2] Iguiñiz, Manuel (2017). Sí a la igualdad de género en educación. Tarea Informa 181, agosto.
[3] Declaración sobre Igualdad de Género: el Empoderamiento de las Mujeres como Bien de la Humanidad. Comité de Expertas expresa preocupación por discursos antiderechos que catalogan el género como una ideología. Washington, junio.
Lea el artículo completo en el boletín de Tarea N° 191
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Manuel Iguiñiz