La lucha contra la corrupción requiere de tres aspectos fundamentales: liderazgo al más alto nivel, acceso y transparencia a la información pública, y mecanismos de participación ciudadana. Así lo concluyeron los panelistas del primer Foro Interreligioso de las Américas, realizado en Lima. Destacaron que el principio ético fundamental para combatir la corrupción es saber subordinar el interés personal al bien común y que la política es la máxima expresión de la caridad, por lo que, no puede afectar lo público, lo que significaría afectar la moral de una sociedad.
Eduardo Vega, director del Instituto de Ética y Desarrollo (IED) de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, advirtió que la ciudadanía debe estar muy atenta porque Lava Jato, el caso de corrupción más grande de la región, no ha significado ningún cambio. No se llevó a cabo la reforma electoral y, bajo las mismas condiciones, se van a llevar a cabo las próximas elecciones regionales y municipales. Llamó la atención además sobre cuántas veces hemos presentado denuncias sobre casos de corrupción, cuántas veces hemos solicitado información pública y si funcionan los mecanismos de participación ciudadana.
“Los sistemas de denuncias en el Perú no son eficientes, lo cual es un problema muy serio. Por otro lado, las personas no denuncian por temor a las represalias. Debemos reflexionar por qué en nuestro país no ha habido grandes movilizaciones contra la corrupción. Se necesitan planes articulados desde la sociedad civil para romper el círculo vicioso de la no denuncia. Además debemos exigir a los funcionarios que entreguen información pública y a los ciudadanos nos corresponde aprender a analizarla y contrastarla con la realidad”, señaló el ex defensor del pueblo, Eduardo Vega.
Federico Arnillas, presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza del Perú (MCLCP) precisó que el problema del acceso a la información pública va más allá del procedimiento, sino que abarca el diseño de categorías e indicadores tan disímiles que hacen imposible contrastar la información en diferentes periodos. En ese sentido, Susana Silva, coordinadora general de la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción del Perú (CAN), expresó que la corrupción es contraria a la verdad y la justicia. Por ello, no se puede dejar la política en manos de los más incapaces y corruptos, tal como lo afirmó, el Mons. Jorge Izaguirre, presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS) de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).