La ceremonia de inicio del año académico 2018 se realizó en un contexto de crisis política nacional, situación que motivó aún más el compromiso de la comunidad Ruiz para construir un país más justo, unido e inclusivo. El Mons. Nicola Girasoli,nuncio apostólico en Perú, presidió la homilía en la que instó a los jóvenes a tener presente el mensaje del papa Francisco: “hacer las cosas bien, con discernimiento, distinguiendo lo bueno de lo malo y, sobre todo, con los pies en la tierra y el corazón en el cielo”.
El P. Juan Carlos Morante, SJ, superior provincial de los jesuitas en el Perú, estuvo a cargo de la lección inaugural. Destacó el carisma fundacional de la orden que este año celebra 450 años de presencia en el Perú y se caracteriza por el servicio dirigido a poblaciones más desfavorecidas y la revaloración de las lenguas originarias. Ejemplo de ello es el P. Alonso de Barzana, SJ, quien llegó a dominar 11 lenguas originarias y las misiones del P. Antonio Ruiz de Montoya, SJ, en Paraguay que impulsó la catequesis en lengua guaraní convirtiendo a ese país en el único realmente bilingüe con una lengua originaria en Sudamérica.
“Los jesuitas llevaron a cabo proyectos de civilización basados en el respeto y fomento de las lenguas originarias, las que se constituyeron en baluartes contra los intentos de explotación esclavización de los encomenderos españoles y los bandeirantes portugueses”, explicó Morante. Desde su fundación, promovieron el respeto y el reconocimiento de la sabiduría ancestral. Actualmente, desde la Universidad Antonio Ruiz de Montoya apostamos por la Educación Intercultural Bolingue (EIB).
El padre rector, Ernesto Cavassa, SJ, señaló, con mucho orgullo, que más de 150 estudiantes de la Ruiz tienen como lengua materna una lengua originaria destacando el quechua chanca y el quechua collao y de la cuenca amazónica. Estos jóvenes aportan sus costumbres y su manera de ver al mundo. “Deseamos formar, investigar e incidir en la realidad. Brindamos una formación dirigida a fortalecer a la persona en su integridad, cultivar el pensamiento crítico y las capacidades para enfrentar los problemas del Perú. Además, estamos comprometidos en la lucha contra la corrupción, lo cual se plasma, directamente en el trabajo del Instituto de Ética y Desarrollo y nuestra Plataforma Anticorrupción”, señaló.
En la ceremonia se compartió otra buena noticia: la graduación de 1456 directores y subdirectores de instituciones educativas de Ayacucho, Cusco, Madre de Dios, Ica y Apurímac, quienes cursaron el Programa de Segunda Especialidad en Gestión Escolar con Liderazgo Pedagógico, que estuvo a cargo de la universidad y fue impulsado por el Ministerio de Educación. “Estos directores van a liderar sus escuelas y ser los mediadores para que los estudiantes mejoren sus aprendizajes y logren un desarrollo intelectual, humano y ético”, expresó Ernesto Cavassa, SJ.
Es a través de la Ratio Studiorum (traducido como Plan oficial de estudios de la Compañía de Jesús y publicado en 1599) que se logra formar personas con sensibilidad humana, dispuestas a transformar sus entornos. El P. Juan Carlos Morante, SJ, compartió las cuatro razones, que en el siglo XVI el P. Diego de Ledesma, expuso sobre por qué los jesuitas debían asumir bajo su responsabilidad instituciones educativas: proveen a la gente de muchas ventajas para la vida práctica, contribuyen al correcto gobierno de asuntos públicos y a la apropiada formulación de leyes, dan decoro y perfección a nuestra naturaleza racional y son la defensa de la religión y nos guían con gran seguridad en la consecución de nuestro fin último. “Gracias al modelo pedagógico. Seguimos con nuestra misión: Humanizar nuestra vida y nuestra historia (Morante)”, expresó el P. Juan Carlos Morante, SJ.