Soledad Escalante Beltrán, profesora principal de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya participó en el IX Congreso Internacional de la Sociedad Hegeliana Brasilera, realizado en la Universidade Estadual Paulista (UNESP) de Marilia, Sao Paolo. El encuentro conmemoró los 200 años de la publicación de la Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas de Hegel. Presentó ls ponencia: “La filosofía del espíritu en la Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1817) de Hegel”, la cual estuvo dirigida a doctores y doctorandos en Filosofía.
Para la filósofa, Hegel no quedó satisfecho con la descripción del campo semántico de la noción “espíritu” que consolida en su obra temprana. Por eso, el despliegue realizado en la Enciclopedia de las ciencias filosóficas, es más amplio y revela que sintió la necesidad de realizar un esfuerzo adicional para lograr un mejor discernimiento, con una organización sistemática más profunda y mejor apuntalada, diríase que hasta más amable con el lector, aunque sin hacerle concesiones.
El tránsito último de Hegel va desde el espíritu subjetivo, con base en la antropología, la sensibilidad intelectual y la psicología, hasta el espíritu objetivo y el espíritu absoluto. La ciencia, la religión y la filosofía allanan el camino para el autoconocimiento del espíritu en todas sus formas, aunque Hegel percibe una tendencia latente y palpitante hacia el dogmatismo como tergiversación de la ortodoxia legítima del ser que se despliega para darse a sentir y a conocer. Por eso, al ir más allá de ese límite impuesto por la mentalidad racionalista tradicional que crítica y de la cual se distancia, el filósofo alemán encuentra en el arte el espacio desarrollado por el espíritu para expresar sus inquietudes de la manera más libre, desprejuiciada y desinteresada posible.
En el arte se expresa el espíritu como espíritu libre en ejercicio pleno de la libertad de crear. De ahí que describa la experiencia estética del mundo como experiencia vital, vivificadora y vivificante que permite levantar el velo de la racionalización para aproximarse a lo irracional. El arte como expresión de lo irracional tiende, por eso, los puentes que comunican y conducen, viceversa, desde lo objetivo hasta lo subjetivo. “El concepto del espíritu tiene su realidad en el espíritu” (§553). Del espíritu parte este concepto y al espíritu vuelve como concepto que retorna, luego de la reflexión y la crítica de la reflexión.