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19 febrero, 2021

[Artículo] Carina Moreno: Consumo cultural y bienestar

Desde el inicio de la pandemia los artistas del mundo cantaron en balcones, en grandes espacios vacíos, bailaron, pintaron, tocaron instrumentos y siguieron creando en la virtualidad. La humanidad entendió la necesidad de exponerse al arte como una forma de paliar el encierro y mantener algo de cordura en medio de la incertidumbre. Para el Perú han pasado once meses de una pandemia que fluctúa en el mundo y ya tenemos también por estos lares la esperanza de la vacuna, pero aún falta recorrer un tramo del camino.

Nos hemos acostumbrado a ver espectáculos escénicos, conciertos, lecturas, presentaciones de libros, conferencias, charlas y por supuesto, a recibir clases en la virtualidad. Y si bien es cierto, jamás será lo mismo, el consumo del arte y la cultura son derechos ciudadanos que alimentan el alma y contribuyen a brindar bienestar.

Durante el 2020 la Unidad de Programación y públicos del Ministerio de Cultura de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile realizó una consulta denominada “Consulta Online Públicos y Covid19” y la principal razón (36,7%) por la que el público explica el consumo cultural en la virtualidad es atribuida al “bienestar mental”.

En el Perú no se ha realizado un estudio en ese sentido, pero el consumo cultural en la virtualidad ha permitido que las propuestas lleguen a otras ciudades y a otros países. Esto ha hecho que muchas personas accedan a contenido cultural que antes les era inaccesible.

Desde Unesco (2020) se sostiene también que, entre los aprendizajes que nos habrá dejado el Coronavirus, uno de ellos será el aporte que “representa el arte y la cultura a la sociedad, específicamente el aporte que brinda hacia la salud y el bienestar”.

Sin embargo, han sido los artistas uno de los gremios más golpeados con la crisis sanitaria y, pese a los esfuerzos desde el Estado a través del Decreto de Urgencia 058 y la creación de las cuatro líneas de apoyo, aún son grandes los desafíos para amenguar la crisis. Si bien en un momento, se logró tener la esperanza de la reactivación cuando se aprobó la realización de actividades culturales al 60% en espacios abiertos y a 40% en espacios cerrados como centros culturales y teatros, la llegada de una segunda cuarenta crea una gran incertidumbre para el sector que ya había planeado desarrollar propuestas en espacios abiertos. 

Lo que queda es la virtualidad y seguir generando un vínculo con el público a pesar de las enormes limitaciones del sector que busca declararse en emergencia. Algunos espacios no han logrado resistir y han cerrado sus puertas. Otros resisten estoicos buscando otras formas para seguir produciendo y subsistiendo, superando las dificultades. Cuando sea posible, se podrá regresar a lo presencial y estamos seguros que las propuestas virtuales continuarán más allá de la emergencia sanitaria, creando una nueva forma de consumo cultural. Lo importante es seguir.

 

Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 18/02/2021

Sobre el autor:

Carina Moreno

Coordinadora del Diplomado de Gestión Cultural de la Universidad Antonio Ruiz de Montoy

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