Quiero màs
informaciòn
12 junio, 2018

[Artículo] Ciudadanía y educación popular: Una relación a toda prueba

       Vivimos un momento político y social marcado por fuertes tensiones. Hace dos meses, la confrontación entre el Ejecutivo y el poder legislativo, y luego los efectos de las medidas económicas promulgadas por el reciente presidente Vizcarra que han llevado a las calles a la ciudadanía. Pero, no solo estas situaciones han movilizado a miles de ciudadanos. Sus banderolas cobran otro color cuando incluye dimensiones referidas la construcción de las subjetividades, como es en específico lo referido a la sexualidad y a las emociones que ella embarga. Y es que a la problemática acontecida en el escenario político se agregan los horrendos hechos vividos por la violencia de género.

Cada mes del presente año, treinta mujeres son vilmente atacadas en Perú, diez de ellas fallecen. El 91.5 % de estas víctimas son mujeres adultas, el 72 % son madres de las cuales el 80 % viven en la ciudad. En el 85.1 % de casos, los agresores fueron sus parejas o ex parejas y las atacaron en sus propias casas. Lo que ubica el problema en el seno de la familia. Curiosamente con los nuevos temas en debate, surgen nuevos actores sociales como por ejemplo, los miembros de las diferentes iglesias.

En todas estas reacciones el ejercicio de la ciudadanía conlleva, incluye, convoca de manera -implícita y explicita- procesos educativos. Organizarse para participar en una marcha, formarse debatiendo con otros un problema social, analizar las alternativas posibles para luego evaluar su impacto exige el desarrollo de un conjunto de capacidades y voluntades.

La asamblea barrial, el debate con los vecinos o los amigos en la esquina del barrio o en el salón del trabajo, los círculos de estudio, son espacios colectivos orientados por un sentido político intrínseco. Ese propósito, fundamental a la acción de toda educación popular renueva el valor y la vigencia de este movimiento y corriente educativa de larga data en nuestra región. Las características de esos procesos –y de los que no vemos, previos a todas las acciones planteadas- se hermanan con los impulsados por Freire y Frei Beto en Brasil o por Fals Borda en Colombia y tantos otros educadores populares latinoamericanos. La apuesta por ese “otro mundo posible” gestado en la escucha atenta, en el diálogo sostenido y argumentado, unido a la terca apuesta de que sí es posible transformar la dolorosa y destructiva realidad que nos rodea, junta a todos esos procesos.

Sin embargo, si bien la relación entre la construcción de la ciudadanía y la educación popular parece armónica y fértil, es necesario aclarar que no lo es tan así. Los procesos educativos populares no están exentos de la complejidad de lo social ni de los intereses de la esfera política. Por ello, debemos de formarnos, aprender de otros, disponer nuestra voluntad para ser capaces de comprender y aprehender convocando textos y experiencias de otros. Leer, analizar, volver a leer más y más es una formula clave para reconstruir nuestros saberes. De  esta manera, sin olvidar nuestra intencionalidad política y en procesos colectivos mayores podremos acercar más la construcción de nuestra ciudadanía a la educación popular haciéndola más rica, creciendo como seres sentipesantes e históricos.

 

Sobre el autor:

Manuel Cárdenas Muñoz

Docente del Diplomado de Formación de Formadores de Educación Popular de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

Compartir esta noticia:

Últimas noticias

Cerrar