La educación a distancia pone a disposición una gran cantidad de recursos y materiales educativos que pueden ser consultados desde cualquier lugar y en todo momento. Los materiales de estudio juegan un papel crucial, puesto que es con ellos que el estudiante entra en contacto de modo directo durante el proceso de aprendizaje. Estos no pueden seguir los mismos patrones de la educación presencial, de hacerlo se convertiría la educación a distancia en una réplica de las prácticas de la educación presencial, lo que ciertamente no es la idea.
Son recursos que deben integrar al menos dos de los diversos medios como el texto, imagen, audio y animaciones, para lograr trasmitir una información con una intencionalidad pedagógica y de manera interactiva. Un aspecto clave de estos materiales es que deben permitir que el estudiante trabaje con ellos sin necesidad de muchas explicaciones y sin la presencia constante del docente, deben ser fáciles de manejar, intuitivos y permitir el trabajo individual. Otra de sus características se centra en el hecho de que deben permitir la comunicación entre el computador y el estudiante, tienen que ser interactivos.
Un material educativo multimedia puede cumplir diversas funciones, según la intención del docente y del uso que éste haga del recurso. Podemos usarlos para trasmitir una información. También, con la intención de despertar el interés por un tema, motivándolos a investigar. Además, nos ayudan a trasmitir una información de una manera dirigida y en función de unos objetivos específicos. Es así que el material educativo multimedia puede facilitar al docente la función evaluadora, ofreciéndole la oportunidad de obtener un informe de los resultados obtenidos por los estudiantes luego de realizar ciertas actividades e inclusive le permite al estudiante visualizar sus propios errores.
Estos materiales suelen clasificarlos de muchas maneras. Una de ellas es la que los agrupa de acuerdo con el control que se puede tener sobre la actividad de los estudiantes, por ejemplo: Programas de ejercitación y práctica: intentan presentar al estudiantado situaciones que implique las interrogantes y respuestas; Programas tutoriales: dirigen el trabajo realizado por los alumnos e intentan que estos aprendan o refuercen conocimientos y/o habilidades; y Simuladores y micromundos: intentan recrear entornos de la vida real ante la cual el alumno debe resolver situaciones y descubrir cómo se utiliza dicho software.
Cuando se diseña y desarrolla un material educativo multimedia no se puede olvidar que debe atender los elementos pedagógicos como población a la que se dirige, objetivos, contenidos a trabajar y actividades a realizar. El cuidado en la elaboración y presentación de los mismos debe concentrar la máxima atención de las personas e instituciones que ofrecen educación a distancia.
Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 13/05/2021
Sobre el autor:
Deivy Cordero
Especialista en Educación y TIC de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya