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13 diciembre, 2018

[Artículo] Descentralización y élites políticas regionales

         El proceso de descentralización en curso, que constituye un elemento esencial en la democratización de nuestro país, adolece de una serie de limitaciones que han generado una preocupante crisis, sobre la cual hay que reflexionar y debatir para poder superarla. La gobernabilidad y la gobernanza tanto en los niveles nacional, regional y local, necesitan de élites políticas capaces para tomar decisiones acertadas y poder implementarlas, gestionarlas eficiente, eficaz y honradamente.

Las élites políticas regionales y locales tradicionales que antecedieron al gobierno del Gral. Juan Velasco, estuvieron integradas fundamentalmente por los miembros de la oligarquía (hacendados de la costa, sierra y empresarios urbanos) y sus dependientes, quienes a través del tiempo desarrollaron una cierta experticia, experiencia, en la administración de la cosa pública.

Con el advenimiento del gobierno militar de Velasco y Morales Bermúdez (1968-1980), estas élites tradicionales fueron reemplazadas en los gobiernos nacional, regional y local en los cargos de gobierno y gestión por militares o personal nombrados por ellos. Una vez terminados los doce años de gobierno militar, estos abandonaron los cargos de gobierno en los tres niveles mencionados. Este vacío dejado por la élite militar-civil, no ha podido ser llenado aún adecuadamente ni por el proceso de descentralización implementando en las postrimerías del primer gobierno de Alan García (1989-1990), ni por el actual proceso, iniciado durante el gobierno de Alejandro Toledo (2002 a la fecha). Diversas razones explican este hecho.

Una de ellas, fue la dura crítica realizada desde el poder a los partidos, tanto por los gobiernos de Velasco como el de Fujimori. Esto explica en parte la crisis de los partidos tradicionales (AP, PPC, Apra, entre otros) a nivel nacional. La debacle de la izquierda, se relaciona más con el fracaso de los modelos comunistas maoísta y ruso, simbolizado en la caída del muro de Berlín en 1989. Este hecho marchó en paralelo con el cuestionamiento y vigencia ideológica del marxismo a fines del siglo XX y comienzos del XXI.

Si bien el debilitamiento de los partidos tradicionales se debió en gran medida a su fracaso en sus sucesivos gobiernos, la evaporización del Apra y la de los partidos de la Izquierda Unida se puede explicar también por la implementación de gran parte de sus programas políticos por el gobierno del Gral. Velasco.

Si a la aguda crisis de los partidos nacionales, que deberían estar gobernando en las regiones y municipios de país, le sumamos la extendida corrupción existente entre los presidentes y gobernadores regionales y los alcaldes, tendremos un diagnóstico aproximado del momento actual por el que está pasando nuestro proceso de descentralización.

Artículo publicado en el diario El Peruano el 13/12/2018

Sobre el autor:

Carlos Fernández Fontenoy 

Docente de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

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