13 noviembre, 2020

[Artículo] Milagros Gonzales: La educación universitaria, convirtiendo la crisis en oportunidad

   Antes de la pandemia por la COVID-19, la educación superior universitaria ya enfrentaba desafíos no resueltos, siendo probablemente la falta de cumplimiento de las condiciones básicas de calidad, es decir, los estándares sobre los cuales debe operar toda universidad en el Perú (Sunedu, 2015), uno de los más apremiantes. La pandemia sumó a dicha situación un acelerado cambio de paradigma en la docencia que hizo que los educadores y los estudiantes salieran de su zona de confort.  

En estos cerca de nueve meses de confinamiento ha sido muy frecuente y abrumador el recibir mensajes de pérdidas y complicaciones derivadas de la pandemia tanto en lo sanitario, económico como educativo. No obstante, una coyuntura de crisis podría aprovecharse y convertirse en una oportunidad para proponer un proceso que enfrente las circunstancias actuales y oriente a una transformación estratégica innovadora y sostenible para el futuro.

No debemos perder de vista que las universidades no pueden ser espectadoras pasivas frente a las crisis, ellas tienen un enorme potencial y la gran responsabilidad de convertirse en líderes de cambios. La educación superior universitaria, al igual que los otros niveles educativos, tendrá que evaluar las lecciones aprendidas y, a partir de ellas, proponerse mejoras en la calidad de la docencia que imparte y en la investigación que desarrolla.

La situación de emergencia actual debe convertirse en una oportunidad para repensar y reconstruir una educación universitaria con visión de largo plazo, capaz de cerrar brechas y contribuir al máximo desarrollo del potencial de los futuros profesionales que están formándose, especialmente de los más vulnerables. Es muy importante que las prácticas y capacidades que se están desarrollando durante la pandemia se conviertan en el inicio de un rediseño pedagógico. Ello permitirá hacer las cosas distintas, dejando atrás métodos tradicionales que impedían una educación impulsada por la tecnología.

La formación del futuro profesional debe considerar que la “nueva normalidad” vino para quedarse, por ello, será indispensable el aprendizaje colaborativo virtual y en red. Así, habrá que garantizar que los profesores y estudiantes estén conectados no solo desde lo tecnológico sino también en lo pedagógico.  

En suma, si bien las universidades están volcando su mirada a la educación virtual advirtiendo que su presencia se mantendrá en el futuro, es indispensable contar con una política de Estado porque no bastarán las iniciativas desarticuladas de las universidades. Es importante que el Estado aumente la inversión en educación para el cierre de brechas tecnológicas. Por eso, aunque el panorama sea todavía incierto respecto a la pandemia, lo seguro es que una crisis debe convertirse siempre en una oportunidad para transformar las universidades en términos de calidad y de igualdad.

Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 12/11/2020