A nivel social, la presencia del papa Francisco nos ayudará a reflexionar en torno al momento crítico que vive nuestra democracia. Su palabra y sus gestos nos animarán a elevar la mirada para poner delante el bien común y los altos intereses del país. Necesitamos dialogar. Pero este diálogo tiene como condición la verdad y la justicia.
A nivel espiritual, el papa Francisco ayudará a fortalecer la fe del pueblo peruano. Ese es su objetivo principal como pastor de la Iglesia y así lo ha precisado él mismo. Pero, además, para quienes dudan o no creen, su presencia será una invitación respetuosa a considerar la fe en Dios como una opción posible y deseable. Y a creyentes y no creyentes nos exhortará a crecer como personas en el amor y el respeto.
A nivel eclesial, la visita del Papa será una reafirmación de las reformas que él ha emprendido en la Iglesia. "El Papa de la gente” ve que la Iglesia debe salir, con renovado entusiasmo, al encuentro de los hombres y mujeres de hoy para mostrarles el rostro amable y misericordioso del Dios de Jesús. Con valentía, Francisco procura más verdad y más justicia al interior de la misma Iglesia al pedir perdón a las víctimas de abusos sexuales y a enfrentar la reforma de las finanzas del Vaticano, entre otros.
Francisco viene a proclamar el evangelio con sencillez y alegría.
Este artículo fue publicado el 13/01/2018 en el diario La República
Sobre el autor:
Edwin Vásquez Ghersi, SJ.
Profesor de Teología de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya