Es urgente que el nuevo Presidente del Consejo de Ministros cuente con verdaderos operadores políticos que sirvan de puente con el Congreso. No se puede ceder un minuto a la lucha contra la pandemia.
En un contexto sanitario cada vez más complicado y con indicadores socioeconómicos propios de un país en guerra, el Gabinete Martos se apresta a solicitar la confianza ante un Congreso de la República altamente fragmentado, con partidos políticos con una cohesión interna sumamente endeble y una institucionalidad presidencialista llena de parches. La prematura caída de Pedro Cateriano deja varias lecciones que el nuevo Presidente de Consejo de Ministros debe tomar en consideración. Es importante recordar que el Gabinete Cateriano obtuvo apenas 37 votos a favor, 9 del Partido Morado (PM), 11 de Somos Perú (SP), 12 de Fuerza Popular (FP), 4 de Acción Popular y 1 de Unión por el Perú (UPP). Hubo 53 votos en contra y 34 abstenciones.
Walter Martos debe tender puentes con SP y MP para asegurar esos 20 votos, así como el disidente de UPP. A pesar de las recientes declaraciones a favor de Martos del portavoz de Fuerza Popular, Diethell Columbus, la bancada de FP no se ha caracterizado por ser muy afín al gobierno, por lo que esos votos no deben darse por descontados ¿Dónde conseguir más votos? La respuesta parece estar en FREPAP, Frente Amplio y Acción Popular, que juntos suman 43 votos.
Los 13 votos de FREPAP son sumamente importantes ¿Cómo acercarse a ellos? Primero desligando de los últimos comentarios de Cateriano y segundo, tendiendo un ramo de olivo, que puede ser apoyar el Proyecto de Ley 5859, para que el Estado compre directamente los productos a los agricultores. Recordemos que CONVEAGRO ha advertido en reiteradas oportunidades que estamos ad portas de una crisis alimentaria ¿De dónde saldrían los fondos? De los 60 mil millones asignados a Reactiva Perú, cuyos resultados hasta ahora no se ven.
Acción Popular cuenta con 23 congresistas, de los cuales 7 se abstuvieron y 12 votaron en contra. El partido de la lampa aparece como una incógnita pues existen varios liderazgos que se contradicen entre sí. Los recientes nombramientos de Rosario Sasieta en la cartera de Mujer y de Miguel Incháustegui en Energía y Minas apuntan a tender puentes con las diferentes facciones de AP. Recordemos que Sasieta llegó al Congreso de la mano de AP en el 2006, pero renunció en septiembre del 2010, aduciendo “temas personales”. Por su parte, Miguel Incháustegui es un profesional con amplia experiencia en el sector minero. Además, es hijo de Juan Incháustegui Vargas, ex ministro de Energía y Minas del segundo gobierno de Fernando Belaunde Terry, ex candidato a la vicepresidencia en 1995, en la fórmula de Raúl Diez Canseco Terry y exministro durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua.
Por otra parte, se pueden lograr acuerdos con el Frente Amplio (FA) si se hace énfasis en priorizar la salud de los peruanos, percepción que no se tuvo con la presentación de Cateriano. De igual forma subrayar la importancia de acelerar la distribución de bonos, y considerar la entrega de un bono universal. A su vez, ser sumamente claros en la estrategia para el manejo de la conflictividad social y de lucha contra la violencia hacia la mujer, factores que tampoco se vieron con Cateriano. Los 7 votos de FA pueden ser decisivos ante tanta fragmentación.
Las bancadas de Alianza Para el Progreso y Podemos Perú, con 22 y 11 integrantes respectivamente son las más vinculadas a la educación superior, la primera con la Universidad César Vallejo y la segunda con TELESUP. Se ha señalado que hubo una especie de chantaje para canjear la cabeza del Ministro de Educación, Martín Benavides por la confianza del Gabinete. Como se recordará, Benavides lideró desde la SUNEDU el proceso de licenciamiento de las universidades y negó la autorización a TELESUP. Es difícil que APP y PP vuelvan a votar en contra dado el escándalo y la condena de una parte importante de la opinión pública, sin embargo, es preferible asegurar los votos de las otras bancadas previamente mencionadas. En este contexto lo más sabio es pecar de precavidos y no dar nada por descontado.
A manera de conclusión, la situación sanitaria y económica del país está al límite y el margen de error cada vez es menor. Es urgente que el nuevo Presidente del Consejo de Ministros cuente con verdaderos operadores políticos que sirvan de puente con el Congreso. No se puede perder un minuto más, la vida de miles de peruanos depende de ello.
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Sobre el autor:
Alonso Cárdenas
Docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya