Quiero màs
informaciòn
4 junio, 2021

[Artículo RPP] Rossana Mendoza: Todo por amor

Las niñas y niños del nivel inicial de las escuelas públicas urbanas han sido de los más afectados por el cierre de sus escuelas. Hay que abrir los campos deportivos y zonas de juego, y disponer los parques municipales sin costo. La educación y la salud de la primera infancia tiene que ser una prioridad para el nuevo gobierno.

El 25 de mayo se celebró el Día nacional de la Educación Inicial, en memoria de la fundación de uno de los primeros Jardines en la ciudad de Iquitos hace 90 años a cargo de las hermanas Emilia y Victoria Barcia Bonifatti. Se hizo tan famoso que Emilia viajó a Lima para impulsar una nueva experiencia al aire libre en lo que hoy es el Parque de las Aguas. En adelante la creación de cientos de jardines de inicial fue imparable en todas las capitales del Perú a cargo del Estado, hoy son 53,278 Instituciones Educativas a nivel nacional entre públicas y privadas donde laboran 95,306 docentes.

Sin dejar de celebrar es importante mencionar que las niñas y niños en este nivel educativo (3 a 5 años) que suman más de 1.6 millones han sido duramente perjudicados por el cierre de las instituciones educativas, para ellas y ellos la Estrategia Aprendo en Casa (AeC) ha sido inviable, sobre todo desde mediados del año pasado, cuando las medidas de confinamiento fueron menos estrictas para dar paso a la reactivación económica. En las ciudades, las madres, padres y cuidadores salieron a trabajar y ya no pudieron acompañar a sus hijas e hijos en sus aprendizajes. En las zonas rurales, la historia es distinta, las niñas y niños del nivel inicial tuvieron dificultades para seguir la Estrategia AeC desde un inicio, pero en mayor libertad y con menores riesgos siguieron dedicándose a las labores cotidianas familiares, al juego y al compartir.

Podemos afirmar que las niñas y niños del nivel inicial de las escuelas públicas urbanas han sido de los más afectados, para ellas y ellos no solo quedó suspendido el servicio educativo sino la posibilidad de recibir el desayuno escolar de Qali Warma, permanecer en un lugar seguro y protegido bajo el cuidado de sus maestras amorosas, encontrarse con sus pares para jugar y aprender. No siendo suficiente, las medidas sanitarias fueron extremadamente duras hasta hoy. Todavía muchos parques y zonas de juegos infantiles continúan cerrados, los parques zonales y metropolitanos en Lima prácticamente han sido privatizados y hay que pagar para ingresar.

Si bien las niñas y niños se adaptan a distintas realidades, hay daños colaterales que la pandemia les está ocasionando: crecer en escasa socialización con otros niños, haber sido privados de los procesos formativos escolares, vivir cotidianamente con el miedo al contagio, permanecer confinados sin poder salir, sentir el estrés familiar, sufrir la pérdida de sus padres, abuelitos y otros familiares sin comprenderlo, ser testigos y víctimas de la violencia familiar y tantas otras circunstancias. Tal vez corresponde volver al inicio como una vez lo hizo Emilia Barcia, y retomar la educación inicial en los parques como lo están haciendo algunas escuelas en semipresencialidad. Hay que abrir los campos deportivos y zonas de juego, y disponer los parques municipales sin costo. La educación y la salud de la primera infancia tiene que ser una prioridad para el nuevo gobierno, no podemos asumir que nada pasó.

 

Lea la columna de la autora todos los viernes en RPP.pe

Sobre el autor:

Rossana Mendoza Zapata 

Docente de la Escuela de Educación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

Compartir esta noticia:

Últimas noticias

Cerrar