Quiero màs
informaciòn
31 enero, 2020

[Artículo RPP] Soledad Escalante: Desde PPK hasta el Frepap

De la labor congresal del Frepap esperamos leyes y no sermones. Del próximo Congreso, en general, esperamos que todas las fuerzas políticas concreten una agenda de temas nacionales realmente importantes que no se entrampen en dogmatismos ni fundamentalismos.

El nuevo Congreso estará compuesto por nueve fuerzas, según el conteo al 99.09% de los votos, que, en principio, parecen mejor repartidas que la última vez, y su mayoría la representan Acción Popular y el Frepap. Dada la distribución menos propensa al abuso de poder, queda pendiente estar atentos a las alianzas y coaliciones que puedan formarse: por lo pronto, Martha Chavez ha sugerido posibles acercamientos al partido de Ataucusi, frente a lo cual ha recibido un tajante y decidido rechazo.

La última participación congresal del Frepap fue en el 2000, hace dos décadas, sin embargo, el partido, como tal, fue fundado en 1989 por Ezequiel Ataucusi, líder (y profeta) de la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal. Desde entonces la percepción que genera ha ido variando. Durante el terrorismo, se reconoció el aporte del movimiento mesiánico para aliviar pesares, pero años después la agrupación se vio envuelta en alusiones a disputas por el poder del “mesianismo andino” entre hermanos y sus facciones, por violencia sexual, entre otros ¿Qué de cierto hay en esto?

En mayo del 2002, según dio cuenta La República, el hijo, heredero de Ezequiel Ataucusi, y otras tres personas fue detenido en una camioneta, portando diversas armas de mediano y corto alcance, con diversas municiones para la variedad del arsenal. Luego de las investigaciones fueron liberados por disposición de María Félix Serrano, titular de la Fiscalía Provincial Penal de Pisco. Si bien, todas, excepto una, tenía una licencia correspondiente, no se pudo dejar de cuestionar ¿Qué hacía un enviado de Dios con armas de fuego?

El 2014 trajo noticias del Frepap desde España. Según el diario El País (23/03/2014) un miembro de la Asociación Evangélica Misión Israelita del Nuevo Pacto secuestró a una niña de 9 años residente en ese país y la retuvo en Bolivia. Las fuerzas policiales españolas lograron liberarla de la selva y la custodiaron de vuelta. Tal acto demostraría un real y evidente mal enquistado en el corazón y la sangre, ya que de quedar demostrado que el móvil del secuestro fue ascender en la secta mediante la unión con una virgen, tal como lo planteó el teniente José Miguel Hidalgo de la Guardia Civil (entrevistado por El País), estaríamos frente a un hecho por demás aberrante.

De nuevo, en el 2002 el Informe Final de la subcomisión investigadora de la denuncia constitucional (N.º 6) refiere que se acusó ante el JNE a un candidato del Frepap por haber usado la huella digital de su hijo en un documento que el no pudo acreditar por estar fuera de la ciudad. Esto, como refiere el informe, constituye tanto una falta administrativa como un delito contra la fe pública. Esto supuso la separación de José Luis Cáceres Velásquez de la lista, pero recordemos que fue alcalde de Arequipa (1987 a 1989 y 1990 a 1992), para luego ser acusado de transfuguismo hacia el fujimorismo. Gracias a una denuncia fiscal del 2008, diez años después fue sentenciado tres años y medio de prisión por falsificar documentos y usurpar funciones.

El Frepap no solo ha tenido miembros y aliados cuestionables, sino que enfrenta un conflicto interno. Juan Noé Ataucusi el 2019 denunció a su hermano Ezequiel Jonás Ataucusi por apropiarse ilícitamente de la administración de la iglesia israelita, así como por defraudación de personas jurídicas y la usurpación de funciones. Ello implica la desaparición de los padrones originales de 800 mil feligreses a nivel nacional.

La colombiana Lucía Eufemia Meneses presenta en su trabajo “Las contradicciones de la identidad de la Iglesia Israelita del Nuevo Pacto Universal” el influjo de la secta en la frontera norte. La especialista interpreta su visión como apocalíptica que demuestra su fe con vehemencia, lo cual contrasta con una baja tasa de proselitismo. Lejos de predicar su visión, de acuerdo con la autora, ellos buscan reforzar su “identidad israelita”, que implica una relación intensa con la secta y no admite puntos medios entre ser creyente, pero ser parte de la sociedad no-israelita. Los matrimonios son arreglados, internos y sagrados. De la mujer se espera sujeción a su marido, y de ahí uno puede interpretar que un miembro refiera que la comunidad LGTBI “tienen el mal enquistado en su corazón y sangre”.

Aunque sus propuestas electorales son interesantes y, claro está, no podemos descalificar a todo un grupo por el comportamiento de alguno de sus miembros y sin conocer a fondo su ideología (de lo contrario nos quedaríamos sin partidos políticos para elegir en cada contienda electoral); sin embargo, no podemos dejar de advertir que lo menos que necesitamos es segregación y discursos de odio. Además, algo de lo que deberíamos prescindir hacer varias décadas es de la mezcla de la vida religiosa y la vida civil. Por ello, en su labor congresal esperamos leyes y no sermones, esperamos que se concrete una agenda de temas nacionales que incluyan la reforma política, la lucha contra la corrupción, la eliminación de la violencia contra la mujer y muchos otros.

 

Lea la columna de la autora todos los miércoles en Rpp.pe

Sobre el autor:

Soledad Escalante

Docente principal de la Facultad de Filosofía, Educación y Ciencias Humanasen la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

Compartir esta noticia:

Últimas noticias

Cerrar