Revisemos la visión Francia al 2030 presentada por Emmanuel Macron y extraigamos lecciones para la agenda pública peruana.
El experto mexicano Luis Aguilar Villanueva señala que la más importante de las decisiones de un gobierno es la que concierne a la elección de sus asuntos y prioridades de acción, vale decir la agenda pública. Un gobierno no es otra cosa que su agenda pública, donde se definen y delimitan los problemas sobre los cuales se comprometerán los recursos del Estado.
En esta línea el pasado 12 de octubre, el presidente francés Emmanuel Macron presentó la visión Francia al 2030, es decir su agenda pública. A través de una conferencia de casi de dos horas, el mandatario galo señaló que la pandemia evidenció la alta dependencia de su país con terceros. Para revertir esta situación, lanzó una iniciativa de 30 mil millones de euros (35 mil millones de dólares aproximadamente), con el objeto de convertir a su país en “una gran nación de innovación”.
El citado jefe de Estado resaltó que el Plan apunta a diez objetivos centrales, entre los que destacan los siguientes: Primero, durante la próxima década, Francia espera convertirse en líder mundial en hidrógeno verde, aspecto clave para descarbonizar a la economía y reducir al máximo la dependencia de los combustibles fósiles. Segundo, la investigación médica. A diferencia de empresas rusas, estadounidenses, chinas o británicas, las farmacéuticas francesas no pudieron desarrollar una vacuna. La apuesta ahora es que Francia sea capaz de desarrollar "al menos 20″ medicamentos biotecnológicos contra el cáncer, las enfermedades emergentes, crónicas y las asociadas con el envejecimiento. Tercero, Macron enfatizó que los fabricantes nacionales de automóviles deben reorientar su producción hacia vehículos más limpios, con el objetivo de poner dos millones de autos eléctricos o híbridos en circulación. De igual forma, con el propósito de producir energía nuclear limpia y segura, se priorizará el diseño de pequeños reactores que posibilitarán una mejor gestión de residuos. También espera la construcción de aviones bajos en carbono. Cuarto, Macron señaló que iniciará "una nueva revolución" en la producción de alimentos saludables y sostenibles, eliminando pesticidas e incrementando la productividad.
El periodista Marc Bassets acertadamente hace hincapié que más allá de la postura electoral que asume Macron con Francia 2030, se puede notar un cambio de doctrina. Antes de la pandemia, el mandatario galo impulsó reformas que podían denominarse liberales, tales como rebajas de impuestos, flexibilización del mercado laboral y reforma de los ferrocarriles públicos. Hoy, gracias a los estragos del coronavirus, la visión de Macron se puede identificar como colbertista, vale decir inspirada en Jean-Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV y padre de la economía francesa moderna. Esto es un Estado fuerte conduce la actividad productiva y protege la industria nacional. Es otras palabras, la agenda pública y el horizonte político macronista están claramente definidos.
Casi de manera simultánea a la presentación de Macron, el 16 de octubre, el gobierno de Pedro Castillo, promulgó la Política General de Gobierno (PGG) para el periodo 2021-2026. En ella se señalan diez ejes que son la agenda pública de la actual administración. No obstante, considero que la presentación de la PGG ha sido sumamente discreta, casi desapercibida y no nos brinda la visión de país que esperamos alcanzar en los próximos años. De igual forma la PGG no está concebida en función a los graves problemas que aquejan a la ciudadanía y que la pandemia ha exhibido sin anestesia ¿Cómo hacemos frente a la emergencia climática? ¿La PGG marca la hoja de ruta para erradicar la minería ilegal? ¿La movilidad en el país estará en función de combis, custers, mototaxis y colectivos o daremos el salto para convertirnos en un país de trenes? ¿Contaremos con un sistema integrado de salud o seguiremos con el archipiélago sectorizado que nos llevó a tener el peor desempeño a nivel mundial frente a la COVID-19? ¿Dejaremos de ser el país con peor calidad de aire en América Latina? ¿Seguiremos siendo importadores netos de alimentos? ¿El Estado peruano seguirá con un rol subsidiario o dará un giro colbertista?
A manera de conclusión, la gestión de Pedro Castillo está todavía a tiempo de explicar los problemas públicos que su gestión abordará a partir de la PGG y cuáles son los resultados que los ciudadanos debemos esperar. En este sentido es clave explicar y comunicar de mejor manera la PGG, haciendo énfasis en cómo contribuirá a mejorar la calidad de vida la ciudadanía.
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Sobre el autor:
Alonso Cárdenas
Docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya