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2 febrero, 2023

[Artículo RPP] Alonso Cárdenas: Puno y el litio

Mientras países como México, Bolivia, Chile y Argentina toman medidas para la explotación sostenible del litio en beneficio de sus estados, el Perú carece de una estrategia. Si esto cambia, tendríamos una palanca de desarrollo y bienestar para los peruanos, sobre todo, para los puneños.

En las últimas décadas el litio se ha convertido en un insumo estratégico para la economía mundial. El citado metal se emplea en la fabricación de aviones, baterías de computadoras, teléfonos móviles, cámaras digitales, vehículos eléctricos, entre otros dispositivos. Su valor en el mercado global ha crecido exponencialmente. La DW indica que la tonelada de carbonato de litio pasó de 9 mil 720 dólares a fines de mayo de 2021 a 80 mil dólares en noviembre del 2022. Tal es su versatilidad, que también se utiliza para el tratamiento del trastorno bipolar entre otros padecimientos, señala el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos.

¿Dónde se ubican las mayores reservas? El Servicio Geológico de EEUU afirma, en una nota para la CNN, que Bolivia es el país con los mayores yacimientos del mundo, con 21 millones de toneladas probadas; le siguen Argentina y Chile con 19 y 9.8 millones respectivamente. Otro país de la región, México, aparece en la posición nueve de la lista, con 1.7 millones de toneladas en reservas.

Ante este escenario, los países de América Latina con vastos recursos de litio han lanzado iniciativas para nacionalizar la explotación del mineral. En abril del 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador, celebró la aprobación total de la reforma a la Ley Minera que envió al Congreso. Con la nueva normativa, el Estado mexicano declara al litio como “un metal de utilidad pública”, por ende no se otorgarán concesiones, licencias, contratos, permisos ni autorizaciones para su explotación.

En Chile, el presidente Gabriel Boric indicó en junio del año pasado que “uno de los pilares de nuestro programa de gobierno es la creación de una Empresa Nacional del Litio”, en aras garantizar energía limpia y sustentable para Chile y el planeta. En Bolivia, donde la explotación del litio está en manos del Estado desde el 2008, se habla de “un nuevo comienzo”, luego del fracaso de las piscinas de evaporación implementadas durante el gobierno de Evo Morales. Con la nueva estrategia de Extracción Directa del Litio (EDL), se espera llegar a nivel de “producción masiva”, para el 2024.

Por otra parte, el gobierno de Alberto Fernández acaba de inaugurar la primera planta argentina de fabricación de baterías de litio, financiada casi en su totalidad por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y Universidad Nacional de La Plata. Para Fernández, el gran reto no está en la exportación, sino en la industrialización, por ello ha declarado al metal como “recurso estratégico”, durante un discurso en Estados Unidos.

Como los citados países latinoamericanos concentran más del 50% (inclusive se habla ya de 70%) de las reservas mundiales, desde hace por lo menos una década se habla de crear una organización, equivalente a la OPEP, pero para el litio. El objeto es coordinar los niveles de producción de para influir sobre el precio, generando mayores ganancias para las naciones propietarias del recurso. Además, desde Argentina, se comienzan a perfilar pautas para fijar buenas prácticas de desarrollo sustentable a nivel científico, tecnológico e industrial.

¿Y el Perú? En nuestro país, Puno concentra casi la totalidad del metal, incluso se ha anunciado que Macusani es la mina de litio más grande del mundo, con recursos probados por 2,5 millones de toneladas, aunque apenas se ha perforado el 15% de la concesión. No obstante, desde el Estado peruano no se ha planteado ningún plan o estrategia para la explotación del recurso. Durante la última campaña electoral, el partido político Perú Libre habló de manera improvisada sobre su “nacionalización”, pero al ser un gobierno débil y contradictorio, el tema no se movió más.

A manera de conclusión, es necesario que el Estado peruano diseñe una estrategia para la explotación sostenible del litio, con una visión nacional y latinoamericana, que sirva ahora sí como palanca de desarrollo y bienestar para los peruanos, y especialmente para los puneños, tan postergados y olvidados por décadas.

Lea la columna del autor todos los viernes en Rpp.pe 

Sobre el autor:

Alonso Cárdenas

Docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

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