Conocer lo que ocurrió en el conflicto armado interno (CAI), durante las décadas 1980-2000, es fundamental para comprender el fenómeno complejo del terrorismo en el Perú. Se necesita de una memoria colectiva para evitar que la historia se repita y, para ello, son importantes los materiales didácticos que permitan explicar con claridad lo vivido y el rol de los diferentes actores. Es por ese motivo que docentes y autoridades de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya participaron en una visita guiada en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), en la que analizaron los recursos pedagógicos y documentales.
La directora de la Escuela Profesional de Educación, Milagros Gonzales, y Rossana Mendoza, educadora de la Dirección de Investigación e Incidencia de la Ruiz, participaron en el recorrido. El objetivo de compartir esta experiencia fue identificar estrategias didácticas que puedan ser replicadas en las aulas universitarias a fin de promover la reflexión crítica sobre el terrorismo. Así también, conocer más sobre las fuentes históricas que pueden aportar en la investigación académica.
Rossana Mendoza considera que es un compromiso moral y ético de las universidades incorporar en sus contenidos académicos los temas de memoria en relación al conflicto armado interno. “Los materiales y las experiencias que nos brinda el LUM son importantes no solo porque el tema está vigente en la agenda pública, sino también porque debe formar parte de la agenda de la academia. Debe ser un tema transversal para todas las carreras a fin de abordarlo desde diferentes perspectivas”, explica.
La Universidad Antonio Ruiz de Montoya y el Ministerio de Cultura están en proceso de firmar un convenio con el LUM para promover la producción ensayos y publicaciones de investigación haciendo uso del centro de documentación que posee el LUM. “Será un excelente aporte porque teniendo acceso a estas fuentes históricas nuestros estudiantes podrán interesarse en investigar sobre el CAI y considerarlo como tema de sus tesis bajo enfoques multidisciplinarios”, señala Rossana Mendoza. El objetivo central es promover y fomentar el rol de los educadores para gestar y sembrar una cultura de paz en nuestro país.