Dafne Zapata, directora del Instituto de Protección al Menor y Personas Vulnerables (IPMEP), será parte de la VII Semana de Investigación con una ponencia sobre protocolos de prevención en una jurisdicción eclesiástica peruana. Su exposición será el jueves 7 de noviembre a las 4:30 p. m. en el Auditorio UARM. Es magíster en Psicología con mención en Prevención e Intervención con Niños y Adolescentes por la UNIFÉ Y licenciada en Psicología por la UNMSM. Actualmente, es docente de la carrera de Psicología en la UARM y sus temas de investigación abordan el abuso contra niños, niñas, adolescentes y sus consecuencias, así como las intervenciones desde el arte para la reparación de la violencia. En esta breve entrevista nos comenta la importancia de seguir trabajando en la formación especializada sobre prevención de abusos en la Iglesia para poder intervenir de manera correcta.
Para avanzar en estos temas lo primero es visibilizarlos. Es necesario tener espacios de conversación y de reflexión sobre la situación del abuso en la Iglesia peruana para poner en cuestión creencias y conductas que sostienen el abuso. Por otro lado, muchas personas no reconocen el abuso debido a la normalización. Otro aspecto importante es la formación, que ayude a identificar señales de alerta, factores de riesgo y pensar en acciones de prevención.
Creo que estamos avanzando mucho en diversos aspectos. Por ejemplo, ya tenemos comisiones de escucha y protocolos en diversas diócesis y vicariatos del país, se dan muchos más cursos sobre el tema, hay investigación al respecto. Otro ejemplo es nuestro propio Instituto, que es parte de una obra educativa de la Compañía de Jesús en el Perú.
Se está realizando mucha formación. Nuestro instituto tiene cursos que se dan para el público en general y para instituciones que los solicitan. Por otro lado, se trabaja en temas de generación de protocolos. Ahora, nosotros, en alianza con la Oficina de Desarrollo de los jesuitas en el Perú (ODP) y la Conferencia de Religiosos y Religiosas del Perú (CONFER) estamos en un proyecto para generar protocolos en 35 obras apostólicas y congregaciones. Todas las actividades que realizamos tienen una respuesta muy comprometida por parte de los participantes.
Los protocolos deben estar adaptados al contexto en que se van a utilizar. No solamente los factores del país sino el contexto específico en el que interviene la obra. Ahora bien, cuando hablamos de factores estructurales del Perú, hablamos de temas de abuso de poder que está extendido en el país y que no cuestionamos, entonces es necesario que los protocolos incluyan aspectos relacionados sobre cómo se comparte el poder, cómo evitar la permanencia indefinida en un cargo, entre otros. Podemos hablar también de dificultades en la formación en temas afectivo sexuales y de prevención. Los protocolos entonces deberán tener un acápite en relación con la prevención y la formación y cómo llevarlas a cabo.
Todos los protocolos tienen una parte de base legal, que se refiere a las normas y reglamentos que le sirven de sustento. Asimismo, tienen un glosario que permite tener los términos a los que se refiere clarificados y puestos en común para todos. Deben tener también un ámbito de aplicación y un alcance, es decir indicar a qué tipos de situaciones se refiere y a qué personas implica. Por su puesto que la parte central son los procedimientos: qué se hace para prevenir, qué conductas se aceptan y cuáles no, qué se hace en caso de que se dé una situación de violencia. Para finalizar, deben establecer de manera clara las sanciones en caso de encontrarse responsabilidad en una persona acusada de una falta.
Que todas las instituciones se comprometan en este trabajo. Si bien hay grandes avances, aún tenemos instituciones que no tienen protocolos y que no están formadas. Hay que seguir trabajando para que estos aspectos lleguen a toda la Iglesia. Y no solo a consagrados y consagradas sino de laicos y laicas también.
Para todas las personas que estén interesadas en la prevención de la violencia y en la generación de protocolos de protección de niños niñas y adolescentes. Las personas que se interesan en esto son consagrados, consagradas, laicos trabajando para la Iglesia, investigadores del tema de la violencia en la Iglesia, pero también psicólogos, estudiantes y público interesado en el tema de violencia.
Más información sobre la VII Semana de Investigación UARM aquí