El P. Rafael Fernández Hart SJ, rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), participó en una entrevista para El Dominical de El Comercio acerca de la influencia en el catolicismo de Jacques Maritan, filósofo francés, cuyo pensamiento estuvo basado en la doctrina de Santo Tomás de Aquino.
¿Cuál es el mayor aporte de Maritain a la filosofía desde el catolicismo?
Bautizado junto con su esposa Raissa en 1906 gracias a la fuerte influencia que ejerció en ellos Léon Bloy, es imposible separar en el pensamiento de Jacques Maritan filosofía y experiencia de fe. De alguna manera, su acceso de la fe católica lo hizo producir un giro interesante en la filosofía. Eso explica porqué muy pronto Maritain participa de los célebres debates en torno a la existencia de una filosofía cristiana. Todavía en el presente, parecerían inconciliables, pero su influencia tomista le permitiría transformar la inteligencia: “Si soy tomista, es porque en definitiva comprendí que la inteligencia ve”. El aporte de Maritain no se circunscribe a la sola filosofía, sino a una apertura espiritual.
¿Cómo podríamos describir la influencia de Maritain en la filosofía?
La influencia de Maritain se refleja de manera inmediata en un nuevo impulso al tomismo que transmitió no solo desde las aulas del Instituto Católico de París, sino también en el medio académico norteamericano, especialmente en las universidades de Princeton y Columbia. Pero, como si su tomismo se basara sobre todo en una experiencia, sabe que el filósofo necesita ser retenido, cuestionado, abajado y por ello dirá a modo de confesión: "lo mejor que puede hacer un filósofo es humillar la filosofía ante la sabiduría de los santos". Pero no hay que temer que su óptica es ingenua o semejante a la fe del carbonero. Su conocimiento de la filosofía, de su historia y de sus trampas tiene profundidad. Sabe por lo tanto lo que dice.
¿En qué se refleja la vigencia de su pensamiento hoy, a 50 años de su muerte?
Maritain corrió el riesgo de hacerse neotomista, aunque ello no quiere decir que se asimilaba a la etiqueta. Pero junto con ello corrió también el riesgo de acercarse a una tradición cristiana en tiempos en que la filosofía aspiraba a encontrar su propio nicho, su autonomía con respecto de Dios, de la fe y de la teología. Así, pues, no ha sido muy bien recibido en el Perú donde la filosofía se compró por completo la idea de una filosofía que reniega de la tradición cristiana y teológica. Craso error que hoy paga caro la filosofía que trata de hacer hermenéutica sin la ayuda de su aliado natural la teología. Maritain había comprendido hace 50 años lo que hoy reclaman no pocos filósofos contemporáneos como Jean-Luc Marion; es decir, que la filosofía y la teología constituyeron el primer modelo exitoso de interdisciplinariedad y que la comprensión de sus historias y métodos pasa por un permanente ir y venir entre ellas.