Miguel Flores Galindo, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), participó en un panel de televisión en ATV+ sobre el intenso debate que se generó en la Mesa Técnica del Congreso convocada por el presidente del Parlamento, sobre la propuesta del Ministerio del Interior (Mininter) para que menores de edad, entre los 16 y 17 años, que participen en actos de extorsión o sicariato puedan ser sentenciados a penas de cárcel.
Consultado sobre las causas que llevan a que un menor de edad incurra en delitos graves, Flores Galindo indicó que, si bien se puede analizar el tema desde diferentes puntos de vista, es importante poner énfasis en que el contexto en el que vive ese menor cumple, en algunos casos, un factor determinante, es decir, si sus padres y familiares delinquen, las acciones delictivas se convierten en su cotidianeidad y en su “normalidad”.
El especialista, quien también se desempeña como jefe de la Oficina de Calidad Educativa (OCE) de la UARM, explicó que si bien los adolescentes entre 16 y 17 años, en términos metacognitivos, tienen una capacidad de abstracción, no lo es al mismo nivel que un adulto. En términos de desarrollo social también es diferente porque los adolescentes son mucho más permeables a su entorno y lo que dicen “los otros” porque están en la etapa de construcción de su identidad. Considera que todos estos aspectos se deben tener en cuenta en el debate de la responsabilidad penal de sus actos.