Ramón Herrera, coordinador de la Oficina de Proyección Social y RSU de la Ruiz, nos comparte con gran entusiasmo el trabajo realizado en los meses previos. La pandemia, lejos de ser un obstáculo para el área, fue un motor de creatividad y solidaridad entre los estudiantes y docentes que en cada actividad han demostrado que la formación universitaria, es principalmente, compromiso social. Durante el semestre, desarrollaron tres líneas de trabajo: con instituciones educativas escolares, con el programa adulto mayor y el Foro de Investigación y RSU.
Son tiempos difíciles, las familias y la sociedad en general han enfrentado cambios en la vida cotidiana que les han significado momentos de incertidumbre, temor y ansiedad ¿Cómo vivió la Oficina de Proyección Social y RSU el inicio de la pandemia? ¿Cuánto cambiaron sus planes?
Nuestros planes cambiaron de estrategia, pero no de finalidad. Mantenemos nuestra apuesta por aportar en la calidad educativa y en la ampliación de oportunidades para sectores vulnerables. Continuamos trabajando con diferentes escuelas profesionales y organizaciones. En el contexto de la emergencia sanitaria, adaptamos nuestras actividades con las instituciones educativas escolares con las que mantenemos vínculos. Si bien es cierto al principio fue difícil imaginar nuestras actividades de una manera distinta a la forma presencial, supimos encontrar una oportunidad para el fortalecimiento educativo en las herramientas virtuales y en el propio impulso de la innovación tecnológica, así todo resultó más claro cuando vimos como prioritario el trabajo con docentes de escuela primaria y secundaria.
La Oficina de Proyección Social y RSU se ha caracterizado por motivar el trabajo conjunto con instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil ¿Quiénes son nuestros aliados en tiempos de pandemia? ¿Qué proyectos vienen trabajando?
En este momento tenemos tres tipos de aliados: Instituciones educativas tales como Rosa de Santa María (Breña) y Tersa Gonzales de Fanning (Jesús María) y docentes de diferentes centros educativos con los que mantenemos contacto. A nivel gobierno local trabajamos en conjunto con el de Pueblo Libre y la Municipalidad Metropolitana de Lima. Con cada uno de ellos tenemos un compromiso asumido.
Con las instituciones educativas venimos elaborando material educativo vinculado a temas de convivencia escolar (tales como el bullying, el acoso sexual y el manejo de la ansiedad). También estamos pensando inaugurar un café literario virtual en la que podamos comentar las lecturas que nos propongamos.
Con el programa adulto mayor tenemos tres iniciativas interesantes: a) El programa de cuenta cuentos, b) el proyecto de Shanty Yuyaq para promover el ocio y recreación y c) el proyecto Reconectando vidas que busca el fortalecimiento de competencias digitales.
Y también formamos parte del Foro de la Investigación y RSU de la Municipalidad Metropolitana de Lima. En virtud de ese trabajo hemos coordinado con la gerencia de Educación de la Municipalidad Metropolitana de Lima para brindar dos conferencias en la Escuela de Lima. La idea es seguir compartiendo nuestra experiencia educativa en los diferentes temas que requieran. Así tuvimos la participación de Jorge Wam, docente de la Escuela de Ingeniería Industrial, con su conferencia sobre Emprendimiento e innovación y mi participación con el tema Formación en la experiencia.
¿De qué manera vienen participando los estudiantes y docentes de la Ruiz? ¿Cómo ha sido el proceso de convocatoria? ¿Cuán involucrados están con los proyectos?
La participación de los docentes y los estudiantes es la esencia de nuestro trabajo y en el contexto de pandemia, lejos de contraerse, se ha fortalecido. Durante este semestre cobró una participación mayor la Escuela de Educación, principalmente, porque nuestras acciones se centraron en la contribución a instituciones educativas escolares. Estamos trabajando con cinco cursos de la carrera y con estudiantes organizados en distintos grupos. Esperamos seguir manteniendo este ritmo de trabajo.
¿Por qué es importante que la proyección social desde las universidades no solo continúe, sino que se multiplique y fortalezca? ¿Cuáles son los principales aprendizajes que estas acciones, en tiempos tan complicados, les dejan a los jóvenes?
Nosotros entendemos el concepto de proyección social como la posibilidad de incidencia que tiene la universidad en su respectivo entorno, no para gestionar sus impactos, sino para contribuir en la ampliación de oportunidades. En ese sentido, y a la luz de lo que nos deja la pandemia, es fundamental que la universidad se haga responsable de la construcción de conocimiento que redunde en el beneficio de nuestra comunidad. Si la proyección social no pasa por esto, estaremos cayendo en nuestras propias trampas.
Gracias por compartirnos las diferentes experiencias y el arduo trabajo que viene realizando todo el equipo de Proyección Social y RSU. Es para nosotros un gran orgullo saber que nuestros estudiantes y docentes realicen tan importantes aportes a la sociedad, en tiempos complicados, en los que necesitamos personas solidarias y empáticas. Te pedimos unas palabras finales.
Quiero enfatizar que tiempos excepcionales como estos requieren de respuestas excepcionales de nuestra parte. Se trata de abandonar taras y desigualdades que como sociedad venimos arrastrando desde hace mucho y que se evidencia en nuestra forma de enfrentar esta pandemia. Se trata de seguir insistiendo en la construcción de una sociedad cada vez más justa.