Daniel Guitian, docente de la carrera de Economía y Gestión Ambiental de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), participó en un informe de El Comercio acerca del uso de las energías renovables en las ciudades. Destacó que ello responde a la urgencia de reducir las emisiones de CO₂ y la dependencia de combustibles fósiles. Su adopción está impulsada por instrumentos de gestión ambiental de índole económico, como los impuestos al carbono y los esquemas de comercio de emisiones, así como por normativas de control asociadas a las políticas públicas del Estado y a los sistemas de gestión de las empresas. Este enfoque integrado no solo promueve el uso de energías limpias, sino que también establece un marco normativo que incentiva la inversión en tecnologías sostenibles y el cumplimiento de objetivos climáticos.
El experto señaló que las ciudades integran fuentes de energía limpias, como la solar y eólica, mediante políticas de planificación urbana que priorizan la sostenibilidad. Esto incluye la instalación de paneles solares en edificios, así como la creación de parques eólicos en áreas periurbanas. Además, muchas ciudades ofrecen incentivos fiscales y subsidios para fomentar la adopción de estas tecnologías en el sector residencial y comercial, lo que contribuye a reducir la huella de carbono. Un ejemplo de todo ello es: Ámsterdam, Copenhague y Estocolmo, ciudades que han implementado tecnologías avanzadas para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.