Nuestra ceremonia de graduación fue un emotivo encuentro en el que se recordó los valores diferenciales de los profesionales de la Ruiz y un espacio en el que se renovó el compromiso por aportar en la transformación del país y en la defensa de los más vulnerables. El mundo requiere personas íntegras capaces de tener juicio propio y que trabajen para construir un mundo más justo y combatir la mediocridad y corrupción. Así lo expresaron los estudiantes, egresados y autoridades.
Carlos Andrés Barrios, graduado de la Escuela de Ciencia Política (Cipo), en su discurso en representación de sus compañeros, destacó que el compartir aulas con jóvenes de diferentes regiones ha sido una experiencia muy enriquecedora que les permitirá ejercer su profesión siempre desde el diálogo intercultural e interreligioso. “Los profesionales Ruiz somos conscientes de la realidad, nos comprometemos a cambiarla. Nos motiva la búsqueda del bien común, de un mundo sostenible y en paz. No perdamos nunca esa capacidad de indignación ante las injusticias”, expresó.
Mirtha Villanueva, jefa del Sistema de Tutorías de la Ruiz, reflexionó sobre cómo los jóvenes a lo largo de su formación construyeron el sentido de su identidad. “Sus profesores hemos sido testigos de su crecimiento y, en ese camino, hemos aprendido que el desarrollo humano es cambiante, gradual, integral y complejo. A través de las tutorías han experimentado el ejercicio de metacognición que les permitirá en el futuro organizar sus pensamientos y plantear análisis desde ustedes mismo y no siguiendo a los demás”, señaló.
Cecilia Tenorio, presidenta del Comité directivo fundador de la Asociación de Graduados, resaltó que los egresados Ruiz se caracterizan por no quedarse de brazos cruzados frente a situaciones de injusticia, sino que inciden en la defensa del ser humano y del ambiente. “El Perú necesita profesionales con valores sólidos para brindar soluciones a los problemas que nuestro país enfrenta como la corrupción, la pobreza, el abuso de autoridad, el feminicidio, la discriminación, la contaminación y muchos otros desafíos. Llevemos siempre el sello de la calidad ignaciana de profesionales humanistas, esa será siempre nuestra mejor carta de presentación”, señaló.
El padre rector Ernesto Cavassa, SJ, en su discurso de orden destacó la propuesta pedagógica que prioriza la formación de una ciudadanía ética y responsable. “Ustedes con la formación recibida tienen mucho poder, ahora la gran pregunta es qué pueden y van a hacer con esas capacidades que aumentarán a lo largo del tiempo. La respuesta la encontrarán siempre en la dimensión más importante: la de los valores”, expresó. Destacó que en la Ruiz han aprendido que el proceso mismo de aprendizaje es continuo y para siempre, por lo que, esta será la forma en que siempre podrán aportar a la sociedad.