El jueves 12 de este mes morado tuvimos la alegría de recibir en nuestra casa de estudios a 156 nuevos estudiantes. Aunque ellos ya se han incorporado a sus clases en su fase de “fortalecimiento” previo a su ingreso a Humanidades, ese día les dimos oficialmente la bienvenida. La nota de nuestra oficina de comunicaciones mostrará fotos y algunas frases de quienes intervinimos en la Jornada. A ella los remito.
Quiero destacar en estas líneas dirigidas a toda la comunidad académica la importancia que supone para nuestra Universidad la llegada de este nuevo contingente de estudiantes. En primer lugar, deseo agradecer la confianza depositada en nosotros por parte del PRONABEC. Así se lo manifesté el jueves pasado al representante de esa institución presente en la ceremonia. El número de estudiantes que finalmente se han matriculado supera por mucho el que nos habían anunciado. En esa decisión han influido tres elementos importantes: el licenciamiento de la Universidad obtenido en mayo de este año que certifica ante el PRONABEC la calidad de nuestra propuesta; los buenos resultados académicos conseguidos por los becarios en el transcurso de estos años y, finalmente, la preferencia manifestada por los mismos chicos por nuestra Universidad. Quieren estudiar con nosotros a pesar de que se les han ofrecido otras posibilidades. Gracias, muchachos.
En segundo lugar, quiero presentarlos brevemente ante la comunidad universitaria: de los 156, un poco más de la mitad (80) han optado por Ingeniería Industrial; otros 53 por Economía y Gestión Ambiental; 22 por Educación Intercultural Bilingüe (quechua hablantes, por tanto) y, finalmente, 1 va a Periodismo y 1 a Turismo Sostenible.
Si nos fijamos en las regiones de procedencia, el sur andino aporta 32 de Apurímac, 24 de Ayacucho, 15 de Huancavelica y 3 de Cusco. La selva y ceja de selva nos envían 17 de Amazonas, 14 de Huánuco, 1 de San Martín y 1 de Ucayali. Finalmente, del resto del Perú nos llegan: 15 de Lima y Callao, 12 de Ancash, 6 de Cajamarca, 4 de Ica, 4 de Tumbes, 3 de Junín, 3 de Pasco y 2 de Piura. En total, 17 regiones representadas en este mosaico cultural en que se va convirtiendo la Ruiz.
Finalmente, quiero destacar que la decisión de convocarlos a nuestra Universidad implica también tareas a todos nosotros: a la oficina de Becas Minedu y a los gestores del Programa en nuestra Universidad dado que son el primer rostro de la Universidad que les da la bienvenida; a los docentes, tutores y autoridades, que los apoyaremos en su proceso de formación integral acompañando paso a paso su crecimiento; a sus compañeros estudiantes -tanto los representantes estudiantiles como los alumnos de años superiores- que deben ayudarlos en el proceso de llegar (la mayor parte viene por primera vez, hay que recordarlo) a esta gigantesca y compleja ciudad capital, tan diferente de sus lugares de origen.
Dar la bienvenida significa salir al paso de las necesidades de estos muchachos y muchachas, muchos de ellos aún menores de edad. Que encuentren en todos nosotros una mano amiga y un corazón empático que sabe acercárseles cuando más lo necesitan. La mamá de una de las chicas me pedía al final de la ceremonia de bienvenida: “Cuídemela, padre”. Más bien, cuidémonos todos fortaleciendo las buenas relaciones que deben primar entre nosotros, dentro y fuera del campus, para que todos podamos alcanzar los sueños a los que aspiramos.
Ernesto Cavassa, SJ.
Sobre el autor:
Ernesto Cavassa, SJ
Rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya