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8 noviembre, 2017

“Si el Derecho no resuelve problemas no tiene sentido”

Durante dos días, se realizó el I Coloquio de Estudiantes de Derecho de la Ruiz, el que se planteó el análisis de diversas problemáticas vinculadas a la prisión preventiva, a la necesidad de reconocer el derecho a la identidad de género y de implementar la defensa penal especializada indígena. Los jóvenes presentaron sus investigaciones y sustentaron sus propuestas ante destacados especialistas. El evento fue inaugurado por el Dr. Aldo Vásquez, vicerrector académico de la universidad, quien destacó que con estos encuentros están creando derecho, ya que este no es solo el estudio de las normas, sino también el análisis de los valores y el contexto social que las inspiran.

En la mesa de Derecho Penal participó la estudiante Ivon Velásquez, quien explicó que la prisión preventiva es uno de los mayores problemas de las medidas cautelares en el Perú, ya que en lugar de ser la excepción, es la regla. Dio cuenta que la Casación de Moquegua señala que el solo peligro de fuga no es suficiente, sino que se debe evaluar el peligro de obstaculización (nivel de interferencia en la acumulación de pruebas, capacidad para impedir que se llegue a la verdad, intención de retrasar la investigación presentando recursos para dilatar el proceso o buscar una prescripción). Además, se tiene que considerar la real influencia que pueda tener el imputado en testigos, en peritos o en otros imputados. Todo esto es más objetivo y se puede plasmar en pruebas y datos fácticos.

Respecto a la prisión preventiva, Víctor Lazo, estudiante de la Escuela de Derecho, compartió que la CIDH amonestó al Perú por tener más del 60 % de presos en calidad de preventivos (más de 40 000 personas), frente al promedio de 36 % en países latinoamericanos. Advirtió que esta situación impide trabajar en prevención porque no tienen una pena. Citando al destacado jurista Luigi Ferrajoli recordó que “el derecho penal es el campo de prueba de los derechos fundamentales” y parafraseando el dicho popular formuló su propio análisis: “dime qué derecho penal tienes y te diré qué tipo de democracia tienes”.

En la mesa 2 Derecho Civil y Registral, Esthefany Bendezú, estudiante de sexto año, quien ha laborado en el Centro de Emergencia Mujer y actualmente se desempeña en Servicios Educativos de El Agustino, presentó un análisis sobre el derecho a la identidad de género. Se basó en la definición de identidad del MIMP, que la considera como un sello característico de cada persona vinculado con aspectos culturales, lingüísticos, religiosos y sociales que conllevan a un autoreconocimiento. La identidad finalmente se presenta con un nombre y una identificación, por lo que, para la comunidad LGTBI la posibilidad de cambio de nombre y reconocimiento de ser transexual son considerados derechos fundamentales.

“La genitalidad son los órganos reproductores que nos identifican como hombre y como mujer, viene determinado por la naturaleza. En cambio, el género hombre y mujer se aprende en la familia y en los roles establecidos en su sociedad”, explicó. También compartió la visión de Carlos Fernández Sessarego, quien planteó que la identidad tiene dos vertientes: una estática y una dinámica. La primera es inmodificable por ejemplo es el caso las huellas digitales, y la segunda, es producto de una construcción social. Para el destacado jurista “somos seres psicosomáticos y estamos inmersos en una sociedad y este dinamismo hace que las construcciones sociales puedan repercutir en nuestros roles”.

Jairo Cieza, docente del curso de Sistema Jurídico y comentarista de una de las mesas, recordó que el Derecho está para resolver problemas y si no lo hace, no tiene sentido. Y esto se aplica para cualquier institución jurídica o controversia. Felicitó el entusiasmo y el compromiso de los estudiantes por dar a conocer problemáticas actuales, argumentar sus análisis y promover el diálogo.

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