En una emotiva ceremonia se incorporó al ingeniero Oscar Espinosa Bedoya como profesor honorario del Departamento de Ingeniería, Gestión y Matemáticas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Recibió la medalla Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, creada en el 2010 para reconocer a los profesores honorarios en atención a sus excepcionales dotes humanos y a su extraordinaria relevancia de sus labores. Enrique Durán, secretario general de la UARM, quien brindó las palabras iniciales, destacó su experiencia profesional en los sectores públicos y privados, así como en el Perú y en el extranjero.
Oscar Espinosa se desempeñó hasta los ochenta años como presidente ejecutivo de Ferreycorp S.A.A. y presidente de sus diversas empresas filiales. Se retiró después de cuarenta años de servicios. En 1980, ya había trabajado por cerca de veinte años en el sector público, cuyos inicios se dieron en Puno como gerente general de Corpuno, el cual fue un experimento de desarrollo regional. En los próximos años fue presidente del Directorio de COFIDE y del Banco Internacional del Perú, hoy Interbank. En esta etapa de actividad pública fue miembro del Directorio del Banco Central de Reserva y del Banco de la Nación. Posteriormente fue director ejecutivo del Banco Mundial.
Además, colaboró como miembro del directorio de destacadas empresas como Scotiabank, Seguros La Positiva, Profuturo – AFP y Constructora Cosapi. Su inquietud por la educación en el Perú lo llevó a contribuir activamente en la creación de UTEC y colaborar con la UARM desde sus primeros años de vida institucional siendo miembro del Patronato. Así también fue vicepresidente del Consejo Directivo de la Asociación Pro Universidad del Pacífico y director de la Comisión Fulbright. En 1999 se convirtió en el primer Premio IPAE y actualmente es miembro de dos ONG de acción social.
Un hombre de acción: magis ignaciano
Bernardo Meza, decano de la Facultad de Ingeniería y Gestión, estuvo a cargo de la laudatio. “La gran trayectoria profesional de Don Oscar lo ha situado siempre en cercanía con la educación. Exalumno jesuita en el Colegio De la Inmaculada. Su vida es el reflejo de su hacer por el mundo, fiel a la misión de Ignacio ha sido un hombre de acción, la cual solo se puede entender desde el magis ignaciano, una acción para ser mejores para el mundo, una acción consciente, competente, compasiva y comprometida, esto lo enlaza con el pensamiento filosófico tan presente en nuestra universidad y que nos lleva a meditar sobre nuestro actuar en el mundo. Hoy lo hacemos parte de la comunidad de modelos que seguimos, lo hacemos parte del propósito de la educación ignaciana: la formación de los jóvenes día a día”, expresó.
A su turno, el P. Rafael Fernández Hart SJ, rector, señaló que es un honor distinguir a Don Oscar, ya que no solo ha sido un empresario exitoso, sino que ha mantenido una atención extrema al desarrollo del país y de la academia en el Perú. “La academia tiene también el deber de enseñarnos el camino hacia el saber y la sabiduría. Esta no se vanagloria por el derroche de información sino por el silencio que acoge para comprometerse con el nuevo mundo. Esta sabiduría es la que la UARM recoge en la persona de nuestro amigo el ingeniero Oscar Espinosa. Es el ejemplo de quien ha entendido cabalmente lo que significa ser una persona para los demás”, señaló. Acto seguido procedió a ponerle la medalla. El P. Víctor Hugo Miranda SJ, superior provincial de la Compañía de Jesús en el Perú, hizo entrega del diploma respectivo al profesor honorario.
“Todo lo bueno que he podido hacer, mis padres y los jesuitas me lo enseñaron: Ser un hombre para los demás y la búsqueda de la excelencia en todo lo que se hace. Aprendí que la solidaridad, la equidad y la justicia están llenas de contenido. Descubrí el discernimiento como una práctica de vida. Las empresas perduran no tanto por tener dirigentes carismáticos, sino por ser visionarias, líderes de sus mercados y admiradas por sus prácticas laborales y medioambientales. La educación es un sitio privilegiado para el cambio, la transformación y el crecimiento. Soy un convencido de que solo la educación permitirá superar los problemas del país y hace posible la realización personal de sus ciudadanos”, sostuvo Oscar Espinosa.