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22 noviembre, 2017

Una mirada a la ética cívica y la democracia desde la Filosofía

La V Jornada de Ética y Filosofía Política puso en agenda de discusión temas sobre mercado y crisis moral, ciudadanía y espera pública, reconocimiento, corrupción y sociedad civil, democracia, justicia y globalización. El encuentro fue organizado por la Escuela de Filosofía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Escuela de Filosofía de la UARM y la Asociación Peruana de Ética y Filosofía Política (Aspefip). Convocó a especialistas nacionales y extranjeros, quienes durante tres días, plantearon sus reflexiones desde diferentes corrientes filosóficas

Daniel Santibañez, profesor del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago de Chile, compartió su ponencia “El problema de las manos sucias: sobre el realismo político y la posibilidad teórica de una política ética en la experiencia de la culpa”. Analizó la visión realista de la política que propone que esta no tiene que ser evaluada bajo los preceptos morales. Por ello, los políticos podrían ser incluso las personas más reprochables. Incluso, al parecer, sería la política la que obliga a transgredir principios éticos.

Soledad Escalante, profesora principal de la Escuela de Filosofía de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, presentó “Ética y empresa: la ciudadanía y los fines de la empresa”. Planteó que la ética le permite a la empresa comprender cuestiones de la realidad (social, económica) en la que participa y en la que impacta directamente. Por ello, lo empresarial y lo cívico se implican mutuamente. Citó a Adela Cortina: “Sin empresas éticas no hay una buena sociedad. La ética en la empresa sirve para genera confianza, transparencia, para adoptar modos de vida prudentes más que consumistas”

No podemos pensar a la empresa como aislada. Necesita del otro, no se sirve a sí misma, explicó la filósofa. Las empresas no siendo personas, son agentes y son sujetos. No podemos reducirla a su esfera económica, debemos tener en cuenta su relación con el Estado, la eticidad, lo jurisdiccional y la comunidad. “Hoy están obligadas a responder a la demanda de las personas, quienes son, principalmente, ciudadanos antes que consumidores. El modelo de empresa que solo busca sus beneficios ha fracasado, ahora se busca una relación en la que todos ganen y que la empresa tenga también un fin social”, expresó.

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