Antonio Ruiz de Montoya SJ
Estos son los documentos principales del gran affaire en torno al catecismo traducido al guaraní por el sacerdote jesuita fray Luis Bolaños, que en la pequeña ciudad de Asunción, “ese arrabal del mundo” como diría el propio Montoya, levantó por enemistad contra los jesuitas el obispo fray Bernardino de Cárdenas.
El manuscrito data de 1650 y Montoya fallece en 1652, por lo que nos sorprendemos del apasionamiento de un hombre ya anciano para defender la lengua que tanto aprecia y que estudió con pasión. Su testimonio es el de un erudito y constituye una joya de argumentación lingüística y de fervor cristiano.