Augusto Castro
Nuestra consolidación como Estado Moderno nos es esquiva. Los ideales de libertad, igualdad y fraternidad que nos proponía la revolución francesa como bastiones del estado moderno, que flamearon en las banderas de San Martín y Bolívar como ideales inspiradores de su gesta libertadora, solo alcanzaron en la república a la población criolla. Las prácticas coloniales se mantuvieron para la población indígena y mestiza, la abrumadora mayoría del país.
Este rezago colonial se ha mantenido a lo largo de nuestra historia republicana. Cuando creímos que había moderado sus efectos, nos mostró su cruel vigencia durante la época de guerra interna contra el terrorismo: el 75% de las víctimas fueron quechuahablantes de las zonas más pobres del país.
Es indispensable conocer nuestra historia, el camino que nos ha llevado a ser ese país reflejado en el Informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, para conjurar el norte que nos lleve a ser el Estado moderno que anhelamos.
El Desafío de las Diferencias escrito por Augusto Castro nos da una mirada panorámica de ese camino recorrido. Pone a nuestro alcance los elementos para poder juzgar quienes somos y sin ácidos discursos nacionalistas nos da la solución simple y clara para lograr conjurar nuestro destino: Debemos aceptarnos como somos, un país multicultural, multiétnico y multilingüe. En la reconciliación de todos, aceptándonos con nuestras diferencias, está nuestra salida.